domingo, 15 de junio de 2008

Espumarajo III

Algo huele a olvido, como la sed inesperada ¿será, acaso, el sol de tu ventana cuando anochece?, si me veo en un charco descubriré que estoy atrapado sin tí y por beber obstinadamente la sal que dejaron tus mares vacíos. No creas que soy quien muerde una lágrima tras un paso en falso, tu recuerdo se borrará tan pronto como te vayas. Bastante tengo por esta maravilla estruendosa que no te preocupas por atender. Ese que conociste se esta yendo poco a poco de mi vida. Algo huele a olvido, ¿lo hueles tú?