sábado, 28 de febrero de 2009

Payaso caído

reescribí un par de poemas de hace unos cuatro años


El magnetismo sanguíneo
me repite que es momento de actuar,
me mantengo en los dedos.
Las calles soplan reyertas
en virtud del pánico.
Y arremete la fuerza centrífuga
a involucrarnos por los aires
Es una licuadora, es el tagadá...
Castástrofe reluciente sin asas.
Vuelan los sesos rosa.
Es momento de volar,
aterrizar las húmedas entrañas.

bubofonía

Guindez bomsonora
¡por el amórico brotón!
aparta tu vulidad del fuelle del pensartadero
Dejame en paz, oleaginoso calco,
quiero brillotear a desmedidas.
Afuera relenta la rizada noche
sus tacones colorados
mismos del infierno avencionado
Nadie podrás sustraer gaviotas
antes del amanecer y su corpiño.
Mi mente atenazada en el verde olivo
piensa graznar ante mi conflictura.
Piensa y se desparrama tibieza.