miércoles, 4 de noviembre de 2009

Inquietud

Limitandome a escribir.


...........................

Debo amarte, niña de azúcar, darte todo todo,
sí, más que amarte, sólo a ti…

eres realmente encantadora, igualita a las niñas de
mis libros de lectura.

Estaré atento a verte, aunque no seas para mí:
un tipo como yo te haría daño, es cierto, pero es que
tu no eres como las otras.

Contigo seré tierno, lo juro, seré lo que sea necesario
por conservarte, te esperaré el tiempo que requieras
para entregarte.

Debo amarte, ¿esta bien para ambos? tu amor puede
ser el remedio que vengo buscando por la vida; qué
importa lo que suceda después.

Besas mi pensamiento como hace tiempo no lo
hacía nadie.

Debo encararte, jugármelas por ti, antes que se acabe
el mundo.

Cómo fabricarme tal situación absolutamente
alejada de mis posibilidades, parece más apropiado
un sueño de adorada ociosidad.

Ya lo sé, hay que ser ante todo formal y sincero.

Indecisión enorme, a mi edad basta con lanzarse
antes de saborear la consecuencia; no quiero
asustarte sino ser quien te cuide, tu familiar
más cercano.

Debo amarte porque tal vez seas tu quien me espera
en el tiempo, justo en la puerta de la felicidad duradera.