Quiero ir bastante rápido,
sentir el corazón agitado por vivir
sentir la vida vibrar en mi pecho.
el sonido de los tranvías golpea mi cerebro,
yo me enciendo otro cigarro
en la asilo cósmico de esta habitación
quiero ir bastante rápido
quiero mudarme a un piso barato
entregarme a la bohemia limeña,
ser quien grita bajo las escaleras
beber fuego, fumar tabaco
tocar música ruda,
tatuarme en ambos brazos mordaces
esqueletos saboreando rosas lujuriosas
para ser reconocido como el rey de la movida
sere conocido por embriagar mis sentidos
en bares, con la droga, música y alcohol.
tener amores de fiesta durante noches seguidas
No hay chance de mirar hacia atrás
oigo al coro de la escuela
repitiendo mi nombre,
giran alrededor mío
con sus rostros estúpidos de buenos hijos,
Hijos abusados que se encierran
en sus cuartos
pensando en morir
jugaré a las cartas con la muerte,
pero jamás elegire el suicidio
me daré la gran vida cuando pueda
compraré botellas
de jack daniel´s
y haré el amor con una lolita underground
nos subiremos a la azotea de un edificio
a pararnos en la cornisa,
luego caminaremos por las vías del metropolitano.
jugaré a la ruleta rusa
con cualquier psicópata
pero jamás moriré,
ni cuando la cartas no esten de mi lado
y no tenga ni un centavo ni adonde ir
y me siente en un sardinel
junto a un perro vagabundo
cantando un estribillo de rock
antes de tomar el ultimo sorbo
de mi bebida.
Entraré al centro de rehabilitación
tres o cuatro veces
viajaré al interior del país
para meditar y comunicarme
con la naturaleza.
Volveré a trabajar haciendo tatuajes
en Jirón de la Unión
por unos billetes
y me pelearé con
perros de la calles de musculatura recia.
Arriesgaré mi vida por un poco
de diversión y excesos,
solamente para sentirme vivo,
para sentir mi vida al límite.
Huiré de la justicia, seré un marginal,
me detendrán haciendo transacciones
ilícitas, pero saldré libre.
Volveré a viajar al interior
esta vez alcanzaré la bendición de Dios
cambiaré radicalmente y jamás volveré
a arriesgarme.
