domingo, 27 de septiembre de 2009

Canto enfermo



Acude a la amargura de mi canto:

templo saqueado por ladrones
Piedra lanzada contra 
Las olas





el Legado



Era una noche fría de invierno en que regresaba a casa cabizbajo
teniendo la mente enfocada en los misterios de los que poco sabía la gente
no sabía a ciencia cierta si estaba creciendo como poeta
sin una motivación verdadera no podría seguir adelante
así regresaba algo lastimado por mis más tristes reflexiones
caminaba rumbo a mi hogar cansado esperando encontrar sosiego en el confort
de mi lecho tibio
mis pies se deslizaban por el gris pavimento de las calzadas que bañaba una monótona luz amarilla.
 el viento soplaba por esa calle flanqueada de casas con umbrales apagados
 el sonido de mis suelas se hacía frecuente en aquella calle desierta


Continué mi caminata por aquel paisaje insólito cuando sin previo aviso mis ojos quedaron fijos en un elemento escondido entre los papeles tirados por la vereda.era un legado.
una tarjeta redactada en unos cuantos milímetros de papel
aun en aquel desconocimiento de mi vida supe reconocer que era buen sustento para mi alma débil.
rápidamente me estire a recogerlo y cuando lo sostuve en mis manos lo guarde con cuidado en mi bolsillo
Desde entonces me acompaña adonde voy como un amuleto
que incluso un hombre valiente puede necesitar.