jueves, 17 de enero de 2013

EL RELOJ TRANSPIRA UNA NUMEROLOGÍA ENFERMIZA


El reloj transpira una numerología enfermiza
sus barbas mecánicas ahogan a la existencia
con la agotada expresión de un nadador
que ha cruzado el océano entero.
Desde las eras y los siglos viene la espuma
averiada de la existencia,
que se empoza en el hombre, como en un
terno alquilado con manchas seminales
de haber tenido sexo y boletos enrollados en los bolsillos.
Es la ilusión continua de eterna permanencia,
esa volátil actuación tragicómica que se repite
una y otra ves, una y otra vez...
El ruido de incontables zapatos que no
deja oír el destino entre los dados cósmicos del viento:
dados desalados cuya inesfericidad los aquieta.