viernes, 28 de diciembre de 2012

ESCRIBO MIS DIAS EN LIMA


Escribo mis días en Lima
Como un condenado marca sus días
En la pared del hospicio .
Y pienso en sus cables de alta tensión,
En el peligro de sus calles.
En el fantasma de desempleo
O alguna pequeña huelga
De profesores rodeando el
Centro histórico.
La garúa limeña cae menuda
Humedece las sucias calzadas
Donde viejos mendigos
Retozan, hijos de la informalidad
Los emolienteros y vendedores
De golosinas ambulantes:
Rasgos del mestizaje costeño
Y la simpleza de sus vidas,
Atoradas como el transito

caótico de nuestra capital.
Lima es todavía una
Señora colonial que
Les da la espalda a sus hijos
Más pobres, a los que vienen del
Cerro San Cristobal
O el Cerro el Pino
Aún hoy existe el hombre
Blanco que habla con
Aires de terrateniente
Y pretende separar ese
Espíritu de lucha y entrega,
Ese sudor moreno,
Ese sudor indio
Que conmoverá a
Algún Cristo serrano
Que observará sonriendo complaciente,
Ese grito ahogado que
Los viejos tan amargamente
Han tragado
Al ser carajeados por el patrón
Y que ahora resuena por todas
Las regiones del Perú,
Como un grito Inca.
Inflama los corazones
Como sólo puede hacerlo
El aguardiente
En las noches de desconsuelo.
Es el legado de una raza
Oprimida que ha despertado
Y no quiere sentir más el yugo
De una rubrica extranjera.
Todavía existen muchos complejos
Que esclaviza a nuestra nación.
Se levanta desde los cerros,
Desde las geografías más rudas,
Quebradas y selvas vivas,
Con la consigna de cambiar
La idiosincrasia de sus hijos.
Basta de asesinarnos entre nosotros,
Estamos cansados de reflejarnos
en las cifras de analfabetismo
y pobreza extrema.
El provinciano es un músico rural
Que con el silbido de su quena
Endulza el canto de la serranía,
Pero es tratado con desprecio
Cuando busca una identidad
Para él y sus hermanos.

Todos vienen a llorar a Lima,
Lima es la capital de los sollozos,
De la inconformidad y el deseo de superación.
Lima con tus prostíbulos que parecen patíbulos
Lima con tus callejones de robo y crimen,
Lima ciudad sin oportunidades
Donde tus hijos están enterrados
Bajo kilometro y kilómetros de concreto.
Hoy ha muerto un niño, nadie lloró por él,
Hoy alguien perdió su inocencia
Por las calles de Lima,
Por las calles de tristeza y solitud,
Por las calles de vicio e insensatez.
Decepcionado escribo sobre Lima
Como un condenado marca sus días
En la pared del hospicio.
De Lima donde aprendí a sonreír
Y aprendí a sollozar.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

PÁJARO COLOR DESTINO

Pájaro color destino disfrazado de caos, con ocho piernas con tacones rojos, asfixiado perfume que resuena en la boca de un frasco vacío de risperidona, 
a orinado champan en el lavabo, sus largas pestañas quemadas ya no acarician el mármol, es la casualidad de un pájaro de porcelana vacío que se ha diluido en vodka 

Un pájaro color barriga de estatua llora aceptil donde calcinaron las mentiras, indeciso como un flâuner en una encrucijada, una ligazón de engrudo con galaxias de papel periódico, retazos de cartón laminoso, que recrean una ilusión figurativa. Pájaro alcohol, pájaro vibración de una palabra olvidada, pájaro escalera derrumbada. 

Un pájaro agridulce entona una canción con olor a callejón, a noche larga, a colillas remojadas en saliva, 
La nocturnidad ha expuesto a secar pieles , senos y ombligos en un cordel descolgado, 
El cielo color basurero sobre las calles clandestinas de Lima 
Donde la madrugada juega a las cartas leyendo la suerte, el crimen, la redención. 
Los indigentes reciben la eucaristía del delirio; 
El color desollado de la fantasía viva, turgente, inmóvil e interminable 

La radiografía de un pájaro remojada 
En éter, inflamable, 
Como la putrefacción del hielo. 
El desalojo de las dudas. 
Un corazón azul recortado 
Por un ser azul. 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Tabú


clave de seducción
vamos buscando la piel 
bajo la luz de lámpara que rojea
palabras de intimidad
te amo... aún eres mía
tu cuerpo tienta la luz baja
riela, se suaviza, se extingue
mientras te contoneas
un segundo más 
la materia viva se funde
se aligera
entre un dulce nido de caricias
amor llama que palidece
exudación calida en el ritual
de hierbas aromáticas
y vapores.
besos que llevan
a la incordura 
posadas del asombro
y segundos de agua 






martes, 4 de diciembre de 2012

Lunes

Lunes, me siento dentro de una bolsa, como cadáver en la morgue. Una autopsia a mis pensamientos revelaría formas obscenas, hirvientes, caleidoscópicas: una continua domesticación del feroz inconsciente. Estoy atrapado en el videojuego de la corriente alterna, cuyas capas de la fantasía son cercenadas por la muerte. Así es el juego de niveles antigravitatorios, mi amigo imaginario es un rapero que tiene un Cadillac, los hombres boca-de-excusado nos persiguen, tienen moscas alrededor, han devorado viva a la fantasía.

jueves, 29 de noviembre de 2012

El esqueleto de un sueño

Un cadáver soñoliento 
donde ha caído la esperma de la luz 
mostrando el contraluz del esqueleto; 
esqueleto que suelta una centella acuosa 
y movediza, 
como una onda analógica, 
como un sonido caliente y húmedo.

martes, 20 de noviembre de 2012

Mujer de sueño


Es una mujer que viene flotando
en una nube de tulipanes negros
su brazo derecho es violin stradivarius
su boca un pequeño tajo en flor
que se desborda hacia los animales
silvestres que viven en su cabello,
tiene raices en las uñas
que se conectan venosamente
a un corazón injerto de la luna,
su sexo es una llave al paraíso
una contraseña mágica
codificada en chispas musicales.
Proviene de un sueño,
de los laberintos oníricos;
de aquel animal llamado sueño.
Ha venido de un roble negro
con una fronda ilustre
bajo el árbol
hay una tumba, la lapida
no tiene nombre,
recorre todos tus sueños, busca
bajo las alfombras rojas
de la sangre vertida por todos
los pájaros de la tarde
y encontrarás su nombre,
ha sido encerrada junto a
todos sus miedos,
bestias rabiosas de su inconsciente
animales de tentáculos y dentaduras
están aguardando
en el parque donde jugaba cuando era niña
aún esta su pequeña bicicleta pero manchada de sangre.

viernes, 16 de noviembre de 2012

El extraño incidente de la abulia


Una rana con gafas de psicoanalista

me ha acomodado en el diván 
y se ha transformado en un tigre rosa
con piel como de animal print
han surgido tentáculos de mis pesadillas
neuróticas, incendiarias y anarquistas
el cordón umbilical de un ser celeste
coagulino, radializado por el ultrasonido 
ha amamantado este caos
el ser de sonido fue engullido 
por mi extrañeza que
era por momentos rana, por momentos
tigre rosa mientras lo engullía.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

trascendencia



Los cuerpos tienen raíces tiranas en el mundo físico 
necesitan desprenderse de ellas para trascender.

martes, 6 de noviembre de 2012

Evidencia de sinceridad escondida

Yo le dije que quería saber la verdad sobre los gondoleros del túnel del amor, que han domesticado el silbido para atraer a cupido, y de aquellos unicornios de aquella colina amarilla que beben del arcoiris mientras las nubes como grandes amplificadores de radio fm suenan retumbantes, haciendo que llueva reggae. Le dije que me hablara de Shakespeare que combina la retórica del romance con la labia de un Don Juan, de las canciones de Coldplay que me provocaban fumarme un cigarrillo los sábados sin planes, leyendo algún comic o viendo una sit com de MTV. De mis días cuando pegaba figuritas doradas en el álbum del verano, como un saltamontes bebé buscando un trébol de cuatro hojas, mientras ballenas voladoras arrojan arcoiris de sus espiráculos. Del mito de los poetas prodigios maniacodepresivos cuya madurez literaria trasciende.

sábado, 20 de octubre de 2012

Bird



Con su saxofón por equipaje 
bucea bajo la brea,
de pronto tiene hélices verdes,
para sobrevolar océanos amarillos,
es la puerta astral
de un laberinto cósmico,
su clarividencia sobrepasa 
las series de notas que
va digitando mientras sus dedos se multiplican,
como arenques austriacos,
notas de niquel
que resuenan como chispas.
Los tentáculos que salen de su saxofón
provienen del tercero ojo
de aquel gran angel vagabundo
de una ciudad de gris concreto
donde no existen las oportunidades

martes, 25 de septiembre de 2012

Bodegón



El ruido velado del sol
suena como un vórtice de sangre
la velocidad de una manzana
que se desborda sobre el mantel,
el sonido de la leche
y la mermelada
junto al pan trigueño,
el decoloramiento de las cucharas
el corazón de una rosa 
deshuesada con una navaja
el café caliente donde
se ha ahogado una carta.


jueves, 13 de septiembre de 2012

Deseo



La elasticidad de tus contorneos de mujer sexy
me hacen soñar con navegar en tus pantimedias,
escribir un poema sobre tu fino encanto
caminar de nube en nube a través de tus sueños
y llegar antes de que despiertes
para verte dormida, contemplar la magia
que encierras en tus pupilas cerradas.
Navegar en un océano de champan
para besar tus tobillos, tus tacones rojos.
Ser como el susurro en tus labios pintados,
apropiarme de la humedad y el calor
de tus besos glamorosos.
No me quiero perder ni un segundo
de tu vida, quiero conocerte mas que nadie.
Ser yo quien endulce tus mañanas
en mis incursiones furtivas a tu cuarto.
Ser como el rumor de la sal en la espuma,
hacerte un hechizo de amor duradero.









Tiempo


Arena enrelojada
cayendo sin aliento
al ritmo del tiempo
como en una ecuación
sabida por las flores
que se embriagan
con el sol
del mediodia
moribundas
de vida ardiente
hormigueando 
en la sangre 
de los gorriones
en el ozono fresco
bajo sus músculos.
Una luz oscura
empaña las nubes,
ha brotado
desde las
cloacas del cielo
es la salvedad
de lo absurdo
de la materia rígida
de los bustos de las nubes
de las caderas de las olas
es un espiral 
colándose por la apariencia
que arrastra los 
objetos, como 
un gran diluvio
con garras y dientes,
que ruge y devora
el aliento rojo
de una música existencial 
y vuelve acrobáticos
a los átomos
en una descarga enérgica
de ritmo fluido,
que transcurre
y jamas retrocede
y consume la vida.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Naturalezas


El bosque es un regazo de flores y mariposas, 
lleva un atuendo de musgo, 
bajo las copas de los árboles 
se oye el ruido de la miel, 
el murmullo de la leche materna. 
El bosque es una partitura 
bañada en rocío donde se han 
posado gorriones y ruiseñores, 
llena de semitonos que se 
tejen como racimos de un oleaje. 
mi corazón es una orquesta 
de sonidos del bosque 
que el amanecer a bebido 
junto a la azul hierba 
y la claridad fresca. 
Animales llenos de esperma 
y de preñez caminan 
pisando los caldos de germenes 
y bacterias donde 
su orina en celo deja 
su rastro de almizcle fuerte. 

jueves, 6 de septiembre de 2012

Delirio

La promiscuidad de las mariposas trajo a tu mente 
el incendio apoteósico, se quemaba la delgada película 
de la vida consumiendo la gasolina de 
pensamientos superficiales, mientras agitabas los 
brazos boquiabierto, sin poder despertar de la pesadilla. 
Eres una máquina de sueños rotos, cuando 
arrojas al drenaje tus ideales para ir más rápido, 
cuando traes las fantasías desabotonadas como 
camisa de saxofonista, para vomitar contra una hoja 
las vísceras extraterrestres de alguna autopsia neurótica 
que exprime las neuronas ebrias de recuerdos. 
Se desbordan los úteros de la creatividad enjuagados 
con salitre, haciendo retumbar las paredes 
hasta dejarte sordo, sin sentido alguno. 
Vacío, como una tabla de picar donde sucedieran 
los jugos gastronómicos, el sabor perverso, 
de las anatomías sangrientas de animales muertos. 
El hijastro de zapatos rojos ha cometido 
un crimen imperceptible, tiene en las manos 
residuos de nicotina y botones de frac

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Ugliness

Un caballo sonriente con casco de astronauta
la crin fucsia y fosforescente
los cascos metidos en zapatillas para jugar baloncesto
las ancas dobladas hacia afuera, parado sobre una tabla de surf,
con una camiseta con un smile.
Metido en una tina de baño llena de champaña.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Aceptil

Quise escribir teniendo como punto de partida la fealdad de la que hablaba Dalí.

Dormía en la maletera de un Volkswagen destartalado,
entre la chatarra y los platos con residuos de anchovetas,
envuelta en un velo nupcial con quemaduras de cigarro,
su refugio de aceptil rojo y lejía.
Ojos verdes como las olas de La Herradura
boca calcinada por las vulgaridades.
Siempre mirándose en ese espejo polvoriento, donde
se asfixiaban sus gestos de lujuria y locura.
Bebía cognac barato en un tacón rojo
que le recordaba sus años de reina fatal
por las calles de Wilson y Jirón Cailloma
esas madrugadas en que satisfacía la lujuria
de oficinistas y obreros por igual
sintiendo la húmeda temperatura de la esperma
 y la sangre acelerada.
Un tatuaje en su cintura delataba el nombre
del maldito amor que la vendió
como un revolver sexual entre babas y gemidos.
una noche de Agosto no se fue a dormir temprano
la el viento ya no traía entre la brisa marina
el olor empapado del puerto,
esa noche se ahorcó con sus pantimedias,
para no volver a oír su nombre nuevamente. 

Los muchachos psicoastrales




Los muchachos psicoastrales usaban por cometas
sus pensamientos en volandas
para escribirle mensajes a Dios en las alas de los pájaros
y en sus rostros mal coloreados las expresiones
imitaban signos gramaticales:
“No entiendo el rechazo de la gente…”
co-mentaban, porque no siempre eran cometas,
a veces martillos o pez zanahoria, la
única verdadera importancia radicaba
en volatilizar la materia habitual;
cada uno variable en la ecuación de la existencia.
Ellos cortaron sus manos aprendiendo la polaridad,
una noche muy lejana entre sus tentáculos;
un estridor bronco deformaba el psicoplasma,
silbaba la tetera en la casa del intendente.
Corrimos igual a los escolares en vacaciones,
calle abajo el fuego rebufaba como un sol;
entonces, fue cuando descubrimos que nuestros corazones
eran más pequeños que la santísima esencialidad eterna.
Préstame unas monedas, dije, que en el juicio final
alegaré locura cuando no inicie una contrademanda,
me siento como Icaro escapando de Creta,
hacia el sol, flores translucidas se abren
con sabor a albaricoque tibio.
Y volé tan lejos como pude vuelto éter prístino,
hasta sacudir el telón blanco de escatología,
y un instante toqué la cutícula mesiánica,
para ser arrastrado por la espiral con un gesto oscuro.
Hubo que trazar diametralmente una línea para instigar
a quienes no llegaban tan lejos; la máquina
ilusoria, como una matriz caleidoscópica, habíase
fracturado, no quedaba más opción que continuar
abasteciéndonos tan noblemente como hasta entonces,
seguimos arrojando las redes para pescar fantasías
en montículos, aunque el deleite había menguado
desde aquella noche impronunciable,
por seguridad nos reagrupamos creando asociaciones
mínimas, que terminaron por erigirse en diferencias
terminando por repelerse, lo que sucedió
en el trascurso fue deshonroso para la cofradía.
Ha pasado tanto tiempo desde aquellos días,
la cofradía de muchachos psicoastrales desapareció
algunos borraron sus identidades de los registros públicos,
otros eufemisan toda información tras una amnesia
jamás diagnosticada, incluso hubo los que fue necesario
enloquecer con acosos por la preservación del clan.
Y la otra madrugada, mientras dormía plácidamente
alguien fabricó un sueño, como en nuestras
experimentaciones con la máquina arcana,
¡ah, aquellos tiempos apenas palpables!
de qué otra manera podría contarlos,
quisiera decir que encontré la forma de estar a salvo.

 





miércoles, 15 de agosto de 2012

Epifanía






Langostas mugen
en urinarios rebalsantes,
lloran trementina,

abriendo los mil
párpados multicolores
de la fantasía.
Oh padre caos
que lloras en este
universo membranoso,
la epifanía
rasguña los sentidos,
el dejavu
abre su puerta astral,
la clarificación es
ozono en los huesos.

Jonathan Benavente

miércoles, 8 de agosto de 2012

Canción








El viento que extinguió aquella flor
se llevó nuestras palabras,
y ahora ya no están aquí...

Y pienso que es muy tarde para excusas;

sólo somos dos extraños
compartiendo el mismo ayer...

No quiero saber que es lo que piensas

de mí y de mi vida,
yo prefiero dejarte partir.

Cae una leve melancolía

sobre estos acordes y se hace canción,
mis esperanzas van viajando
sobre un barco en alta mar.

No quiero saber que es lo que piensas

de mí y de mi vida,y
yo prefiero dejarte partir,

dejarte partir...


dejarte

partir.










miércoles, 1 de agosto de 2012

Naturaleza Sintética

Las flores abren sus abanicadas páginas     
bajo el sonido stereo de las nubes    
-sintonizando reggae todo el día-    
Una franja eléctrica cruza el cielo    
como un río de imagen borrosa,    
el arco-iris estampado en los telones    
brixelados del horizonte.     
La percepción desafinada ajusta sus clavijas,      
el sepelio de un vinilo de Abba;    
los agujeros de flauta que hay en los tallos      
de las flores.      

viernes, 27 de julio de 2012

MI VIDA EN UN MOMENTO ROBADO

Duluth es una ciudad minera de Minnesota
construida sobre un acantilado rocoso que lleva al lago Superior.
Yo nací allí -mi padre nació allí-,
mi madre procede de la Cordillera del Acero más al norte.
La cordillera del acero es una larga hilera de ciudades mineras
que comienza en los Grandes Rápidos y termina en Eveleth.
Todavía era pequeño cuando nos mudamos a Hibbing para vivir
con los parientes de mi madre.
Hibbing tiene la mina al raso más grande del mundo
Hibbing tiene escuelas, iglesias, abacería y una cárcel,
se juegan partidos de fútbol entre colegios superiores y tiene un cine
Hibbing tiene coches preparados que corren a todo meter
los viernes por la noche.
Hibbing tiene bares en las esquinas con bandas de polka,
puedes ponerte en un extremo de la ciudad en la calle principal
y ver claramente los límites de la ciudad en el otro extremo.
Hibbing es una buena ciudad,
huí de ella a los 10, 12, 13, 15, 15½, 17 y 18 años
fui cogido y devuelto allí todas las veces menos una
escribí la primera canción para mi madre y la titulé "A mi madre".
La compuse en quinto grado y el profesor me dio un notable.
Empecé a fumar a los once años y sólo lo dejé una vez
para recobrar el aliento.
No recuerdo que mis padres fueran muy cantarines
al menos no recuerdo haber compartido canciones con ellos.
Más tarde fui a la Universidad de Minnesotta
con una falsa beca que nunca tuve.
Estuve en la clase de ciencias y me suspendieron por negarme a
contemplar cómo muere un conejo.
Me expulsaron de la clase de inglés por poner palabrotas
en un papel describiendo al profesor.
También fracasé en la clase de comunicación por llamar por teléfono
todos los días por decir que no podía ir.
Lo hice bien en español más que nada porque ya lo sabía de antemano.
Para advertirme, me admitieron en un club de estudiantes
me dejaron vivir allí y así lo hice hasta que quisieron que me asociara.
Me mudé por dos noches a un apartamento de dos habitaciones
con dos chicas de Dakota del Sur.
Crucé el puente hacia la calle 14 y me trasladé a una habitación encima
de una librería que también vendía malas hamburguesas,
camisas de baloncesto para sudar y estatuas de perros dogos.
Me enamoré apasionadamente de una actriz que me dio un rodillazo
en las tripas y acabé en la orilla del río Mississippi
con una decena de amigos en una casa ruinosa bajo
el puente de la Avenida Washington al sur de Seven Corners.
Este es más o menos un resumen de mi vida universitaria.
Después hice auto-stop hasta Galveston, Tejas en
cuatro días, tratando de encontrar a un viejo amigo, cuya madre
me abrió la puerta de alambre y me dijo está en el ejército,
cuando se cerró la puerta de la cocina
ya estaba atravesando California -casi en Oregón-
en los bosques encontré una camarera que me recogió
y me dejó en algún lugar de Washington.
Fui bailando todo el camino desde los festivales indios de Gallup,
Nuevo Méjico, al Madri Grass de Nueva Orleans, Louisiana.
Con el pulgar al viento, los ojos adormecidos, el sombrero vuelto
y la cabeza dándome vueltas
vagué a la deriva aprendiendo nuevas lecciones
me fabriqué mi propia depresión,
subí a trenes de carga por divertirme
y fui aporreado por diversión.
Corté césped por veinticinco centavos
y canté por diez.
Hice auto-stop en las autopistas 61-51-75-169-66-22
Gopher Road, la Ruta 40 y la autopista de peaje Howard Johnson.
Me encerraron por sospecha de robo a mano armada,
me arrestaron durante cuatro horas acusado de asesinato
me sacudieron por tener el aspecto que tengo
y nunca hice nada de eso
en algún lugar me tomé el tiempo necesario
para empezar a tocar la guitarra
en algún lugar me tomé el tiempo necesario para aprender a cantar
en algún lugar me tomé el tiempo necesario para aprender a escribir,
pero no me tomé el tiempo necesario para hacer todas esas cosas
cuando me preguntan
por qué y dónde empecé, sacudo la cabeza,
muevo los ojos y me alejo confundido.
De Shreveport llegué a Madison, Wisconsin
en Madison llenamos un Pontiac de cuatro puertas con cinco personas
y salimos disparados hacia el Este y
a las 24 horas todavía íbamos por el Túnel de Hudson
salimos de una tormenta de nieve, dijimos adiós
a los otros tres y seguimos hacia MacDouglas Street
con cinco dólares entre los dos pero no éramos pobres.
Yo tenía mi guitarra y mi armónica para tocar
y él las ropas de su hermano para empeñar
en una semana, él regresó a Madison mientras yo me quedaba para
pasar todo el invierno yendo del Lower East Side
al Gerde’s Folk City.
En mayo, hice auto-stop hacia el Oeste y tomé equivocada la autopista
de Florida, desesperado y cansado me apresuré de vuelta a
Dakota del Sur a costa de mantener despierto todo el día a un conductor
de camión y cantar una noche en Cincinatti.
Visité a un viejo amigo en Sioux Falls y me desanimó
me desgarró e hirió duramente ver lo poco que teníamos que decirnos.
Volví a Kansas, Iowa, Minnesota, visitando a
viejos camaradas y a las chicas de los primeros escarceos y
empecé a darme cuenta de que mi camino y el suyo
eran muy distintos.
Me encontré de nuevo en Nueva York a mediados del
verano, viviendo en la Calle 28 con gente amable,
honesta y muy trabajadora que se portó muy bien conmigo.
Me mencionaron en el "Times" después de tocar en otoño
en el Gerde’s Folk City.
Grabé para la Columbia después de salir en el "Times"
y aún no puedo encontrar tiempo para regresar y ver por qué y dónde
empecé a hacer lo que estoy haciendo.
No puedo decirte quienes influyeron en mí porque fueron demasiados
para mencionarlos a todos y podría olvidar a alguno
y eso no sería justo.
Woody Guthrie, seguro.
Big Joe Williams, claro,
pero, ¿y esas caras que no volvemos a encontrar
y las curvas y las esquinas y los atajos
que se perdieron de vista y quedaron atrás.
Y los discos que sólo oíste una vez,
y el aullido del coyote y el ladrido del perro dogo,
y el maullido del gato y el mugido de la vaca,
y el lamento del pitido del tren?
Abre los ojos y los oídos y quedarás influenciado
y no hay nada que puedas hacer.
Hibbing es una buena ciudad.
Huí de ella a los 10, 12, 13, 15, 15½, 17 y 18 años,
fui cogido y devuelto allí todas las veces menos una.

Bob Dylan