lunes, 12 de abril de 2010

Manifiesto

Me dormido innumerables veces, el mundo afuera albergaba para mi una confusión tan ajena como incongruente y de no haber sido por los preconocimientos necesarios para realizar trabajos complejos que al fin y al cabo terminan reducidos al mismo abstracto valor jamás me hubiera dignado a sostener un libro hasta quedarme dormido con este sobre la cara.
Las guerras de los hombres me resultaban someros espectáculos por alcanzar la mejor tajada del poder, es más o menos lo que los políticos entienden por compromiso, pero estos demagogos tiene una gran capacidad para movilizar a las masas, después de todo siempre hace falta algo, sí deseamos justicia, cuando nuestras vidas son totalmente transgresoras, cada uno puede analizarse por sí mismo y arrojar la primera piedra ¿ qué es lo que entienden por justicia? y creen que merecen la justicia que por cierto solamente cubriría sus bienes muebles. Hace mucho tiempo cuando buscaba soluciones por el fracaso marxista ante el socialismo alemán de escuela y el fabianismo ingles (porque siempre es mejor pensar en soluciones que en problemáticas), se me ocurrió que podría plantearse un sistema neocooperativista para favorecer a la cuarta clase, esto requeriría de créditos bancarios concedidos a los sindicatos quienes obtendrían asesoría especializada para poder fundar sus propias empresas cuyos puntos de producción están dirigidos hacia productos de primera necesidad. De contar con un buen sistema libre de corrupción y del todo utópico como suele mostrarse teóricamente, ya que los tiburones nadan en la praxis, podría resultar, los bancos necesariamente reducirían la tasa de interés bancaria por lo menos hasta que dichas empresas puedan sostenerse, esto sería en un plazo razonable y tras este plazo obtendrían mayores intereses, para velar por el crecimiento de estas cooperativas. Luego pensé que un capital incipiente dividido entre tantas manos y tan susceptible no podría nunca competir contra la industria capitalista a la que le basta reducir la capacidad productiva del trabajo para obtener un menor valor de cambio y ni decir de sus sistemas de producción, me frustraba, simplemente porque los sistemas económicos dependen de la época histórica y en cuanto la época histórica cambia el régimen colapsa y un nuevo sistema económico político se deriva. Lo mismo sucedía con mi rol de cuidadano, estaba seguro que el siendo sido donde me encontraba no obedecía a ninguna relación inhumana por la cual debía afanarme, que la existencia había brotado de un azar caótico que inútilmente los hombres de ciencia se afanaban por ordenar convenientemente y pensando en su prosperidad, mi ser exento de cualquier agregado cualitativo no era más que la posibilidad, o la factibilidad de suceder, que mi identidad y aspecto se debían a una terrible y minuciosa fragmentación que dependía de inumerables factores como: etnia, nacionalidad, sexo, idioma, condición física, en fin, condición económica, época, y otros muchos factores más que determinan la identidad, no necesariamente en ese orden. Pero cada factor era absolutamente necesario, para nacer necesariamente requería una madre, un lugar donde ocurriera mi nacimiento, tanto Perú como Bandar seri Begawan, para resumir hacia dónde se dirige mi pensamiento, siempre pude verme substraído de mi contexto, mi mente hebefrénica no podía más que percibir el mundo por pedazos y de ahí nace mi principal interés por las impresiones sensibles, monje de los campos cubierto por enredaderas y bayas, es así como siempre me he visto. Hay tanto que tengo por decir, pero por ahora iré al punto principal, hace un tiempo recibí una revelación, cuando pensaba en la dialéctica de la humildad, me resultaba interesante que el carácter ataraxico de los epicuros, platónicos, pitagóricos y peripatéticos fuera paralelamente igual de ascético que el de los clérigos, sin embargo los griegos entre las virtudes del alma no distiguen la humildad sino la templanza, la justicia, la prudencia y el valos, entonces pude deducir que la dialéctica de la humildad es tradicionalmente religiosa, estuve leyendo a los escolásticos para entender cuál era el tan ansiado significado de humildad , puesto que no podía ser el mismo que el de sumisión, sencillez o afabilidad, así encontré en los textos catequísticos de Santo Tomás que según el primer capítulo de proverbios la humildad es la virtud que poseen un hombre de reconocerse incapaz de saberlo todo. Contrario al antiguo concepto de humilitas-humus que manejaba.
Hace un tiempo estuve inflado, un día leyendo los mapas mentales de los Shulguin pude advertir que presentaba la semiología de quienes, presa de su arrogancia, creen ser lo suficientemente sabios, aquella megalomanía me impulsaba a leer obsesivamente, sin embargo estaba muy lejos del conocimiento absoluto y mucho más lejos del conocimiento trascendental. Para empezar, a finales del siglo diecinueve Henry Poincaré advirtió el problema de los tres cuerpos, lo que fue un duro golpe para la seguridad vocinglera con la que siempre se pronunciara la ciencia. Kant en la crítica de la razón pura afirma la necesidad y universalidad del conocimiento puesto que jamás se podrían crear leyes a partir de contingencias, es por eso que las ciencias exactas son todas apriorísticas. Es por esta razón que ni siquiera el más grande erudito podría saberlo todo, el cerebro humano es una máquina reductora según Aldous Huxley, lo que me parece un calificativo demasiado injusto (teniendo en cuenta que ni siquiera es su función principal) pues aborda solamente un filón subjetivo, pero es cierto que mucha de la información de la que tenemos conciencia escapa a nuestro canal psíquico y ahora sucede con mucha más facilidad por el exceso de información que trae consigo la mundialización, donde una información se superpone a otra con mucha más velocidad, aún si se confía en una mayor insight. En fin, nuestro cerebro no esta ni de lejos capacitado para saberlo todo. Pero entonces ¿qué entendemos cuando oímos decir que alguien es sabio? ¿acaso pensamos en un erudito ultrametafísico capaz de decirnos el nombre de nuestra mascota? Obviamente no, según mi razonamiento un sabio es un sujeto que posee todas las virtudes humanas obtenidas de los resplandores de cada acontecimiento, en la tradición de cada religión un sabio, sea rabi, nabi, lama, en fin, demon, deva, gurú, es también un sujeto realizado espiritualmente cuya principal característica consiste en guiar a las personas hacia el camino de la salvación. Ahora me pregunto, qué es lo que entendemos por espíritu, ¿es acaso lo mismo que el alma? Pues no, el espíritu la región abstracta del alma que contiene las virtudes. Los adoradores de Baal arrojaban recién nacidos a su hoguera, pues creían que un hombre nace sin alma, y que el alma se forja a partir del dolor. Una concepción muy cercana a la mía que dista en aquel gran error dialéctico: todo hombre nace con alma, pero sin espíritu. ¿Y cómo se forja este espíritu? a partir de las decisiones, tribulaciones, pesares, dolores, luchas, fortaleza, caídas y puestas de pie, angustias, alegrías, y demás acontecimientos que nos reserva la vida diariamente y que desarrollan las virtudes de nuestra alma; el espíritu. Rxisten personas muy correctas, decía Miller, ellos viven según la sociedad establecida, nunca dan un salto a ciegas dentro de sí, estas personas alcanzan cierto éxito, sin embargo no son capaces de ofrecernos nuevos catálogos espirituales, esto no tiene que ver en absoluto con entregarse a la vida licenciosa, porque existen quienes presa del lado concupiscible de su alma van buscando un visto bueno para delinquir, esto esta dirigido a aquellos que alguna vez tomaron una decisión errada, o fueron cobardes y se dejaron arrastrar por los pesares, aquellos que sufren por culpa de los dolores, aquellos que creen no poseer nada. Es que aún no han visto el verdadero camino, algunos aún teniendo experiencias extrasensoriales no consiguen comunicarse con su esencia, que es conciencia. Hace unos días Dios me mostró el camino y yo lo compartiré con ustedes, cada día, con las preocupaciones y luchas que trae, es una nueva oportunidad para desarrollar nuestro espíritu, cuando logren ver la vida de esa manera entonces dejarán de sufrir muy pronto y el espíritu de Dios rebalsará en sus corazones.


Discúlpenme por la brevedad, hoy no me siento lo suficientemente lúcido, pero prometo reescribir, especificar, borrar los puntos que no atañen y añadir los puntos que escapan a este manifiesto.

Todo hombre es la materia bruta de un ángel