jueves, 2 de diciembre de 2010

Nuestros días

Tus ojos son dos tibios gorrioncitos
captando encantadoramente el verdín de la alameda
tu voz es una galleta con crema 
que desaparecerá de improviso.
Tu ley es la retama de poder ancestral,
con sangre y óleo, tez sedienta de placer
y fuerza al asir mis documentos, un desierto
sumado a un cielo dónde estrechar la sombrilla
la fantasia corduroy de tu gruñido; cae en un himno roto
Despierto seco bajo la lluvia ,secado en el horno palustre della excomunión 
dame tu tímida cercanía, la paloma deseosa de anhelo, dame el perdón mecido en tu ceja, con tus arboles tatuados de voluntad, te toco y siento la radio della mañana
sube por mis dedos una lluvia de ocasiones multicolores
tu voz, fuertemente peinando mi aliento
la noche negra haciéndose audible en ondas de zozobra, como un regalo precioso en la tienda de santa, me acercarias al desquicio, si no tuvieras los pies en el abismo, si no captaras la mala onda del ambiente emponzoñado.
Ni con la paciencia ardorosa de las orquideas,
me convertiria en helado de yogur derretido para besarte
seduccion, suavidad, tan bien relacionadas,
que es imposible dar marcha atras
Ves, estoy aquí, tanto como ayer, te
concedo más tiempo hoy, mañana tal vez,
mírame y recogeré el instantáneo temblor
de tus pestañas; tal como lo dijeron las flores
durante el largo otoño, volviste tan veloz
que la muerte cayó por las escaleras
y las peliculas sangrientas volvieronse la primavera
manchado esta el cielo de objeciones. 
Visibilidad instantanea
entre nosotros, haría brotar la luz, el candor,
el aprendizaje mío es como un prodigioso flautista,
Tu volver una acostumbrada inspiracion,
la verdad entre nosotros no tiene fin ni edad
hoy amo la vida hasta su regusto amargo,
,Un beso tuyo disuelve la tiniebla mas oscura
Tu misión es despertarme enamorado,
mi misión es escribirte poesías de amor,
como devolviéndonos la sangre a las madrugadas,
amarrame a tus labios, no dejes que me vaya
sin haberte dado la vida, mi vida, que aún
me llena para ofrecerte un millón de besos.
Sabría a eternidad otra noche tuya,
sabría a eternidad otra noche tuya.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

XII


Maquina hostil, inflamaste la hernia laboral con tu
jerga maldita del número impreso sobre rúbricas importadas de hiriente matematica.
Ciudad incesante, incineraste gente desnuda
en una olla de humo y de sombras
cuando todavía gateaba el rasgo de la modernidad 
sobre cartones de estudio fosilizados 
Ojo tuerto por acusación de nuestro pueblo, arrojandonos por turnos
bombas de harapo al vecindario mundial, 
Estruendo de cañones que suenan como una musica ratonesca y suicida
condimento
rojo incierto para diabéticos espirituales, amaestrando
sus regañadientes a su forma insuficiente, los cuencos donde
lyace el cadáver desfigurado, desazón neuronal de vacas
demagogas, cerdos voladores, galgos nadando en imposibles,
aún se pudren las estatuas, envestidas por palomas y excrementos,
cuando la mirada optimista atora el concierto coral,
las aldabas tributarias enterraron vivos a los comerciantes.
Dulces deseos de muerte laboral sin comerciar
el beneficio parido al maltrato de tiempo crudo,
Gripe cultural enfrentandose a un aliado digital en
posesivos registros cívicos, mientras la calamidad con sus
ruidosos entrecejos borda sus lágrimas contenidas con
estrépitos lesos, alfabetos mentirosos empastando
rotativas por sus hilillos manipuladores, falsos
partidismos con intereses vivos agusando propuestos
planes aprobados. Caos gris por los procesos concisos carentes
donde ladra la paloma mensajera del supuesto cambio
a sus seguidores con crobatines del siglo catorce.
Condiciones perdieron sus caminos hacia la participación
fundamental, relegando el alma comunitaria a su suerte.

XI

Tus ideas boquiabiertas 
en forma de nube aria
bellota de los perros

En tu vientre hay un botón rojo
dispuesto a apagar el incendio
de tu sombra tragada por la oscuridad
En la ciudad hay un huaco negro
Disfrazado de poeta
de los 
minusválidos 
optimismos.

En las calles tatuadas hay puntos blancos 
y dorados en el humo
De macabros amoniacos civicos
y flores muertas
De cementerio vitalicio.

Autopsias a tus sueños revelan
condenas horrorosas,
 de hollin y polvora cubiertas

Crustáceos gigantescos de fogueo en su mirada
son la eterna mandrágora de su condena

mientras se incineran cientos de libros poeticos
en el pórtico de los muertos.

V

El escorbuto dorado se cuece en los paladares del sol marrón 
donde se inflaman látigos amarillos de alquitrán. 
los frutos se avinagran en las ramas
afuera del paraíso
donde la fauces estan abiertas y la arena estéril
la paz foranea es una piedra blanca 
hundiendose en el azur.
 La ternura del exilio orinó en celo un arrebol, endulzando
el horizonte con esperma sedosa.
Hallaron en el bajo crepúsculo
dentro de la jaulas de paredes de hueso
cadaverer deshidratados con alas de libélula, yaciendo
entre nubes de verdes moscas, sus agonías

se oían hasta el mar catastrófico,
cortando el aliento de las caracolas marinas.
 los que se sentaban a la mesa
sintieron el esplendor saqueado de un Dios mitologico
la lluvia de trementina se precipito desde las nubes velludas
y en las pestañas del viento moría una coda.
Y en el puente los ojos depredados del desesperado
aguardaron hasta la media noche.

domingo, 31 de octubre de 2010

Una idea besa la superficie resplandesciente...

Una idea resplandeciente besa la superficie del cielo
creativo, instantánea sobre aquella formula escrita
y recorre el infinito haciendo su voluntad.
Cuatro son los ideales que ostenta la distancia,
cuatro puntos cardinales para quien empuña el cayado.
Los cielos greñudos tienen barbas de oro
atesoran la mayor peregrinación de arcangeles hacia las
más solevadas regiones, atributos sobrehumanos,
carbón, oro, hierro, 
sobre sus ojos anidan fantásticos deseos,
cuando descubrense en planos fractales su propagación.
Qué es el cuerpo agostado por la vertiente
lejanía, prehistórico y mugiente cual montaña,
tirado a la lontananza grisácea, en una
espiga quieta, donde las bocas aromadas
con canela, estoraque, adebul, tocan el
viento inmenso en su orilla materna,
bajo el extendido espacio ulteraterreno.
Impiedad, atroz verdecimiento, cómo te has
ritmado las espinas llevado por una violencia aguda,
y, guiando las estrellas a un fragor nuevo,
pulsaste la cuerda sonorable en nuestro corazón.
Tentaciones pueblan nuestro destino en marcha
mecánica hacia el torrente metabólico de Gaia,
cuando la noche rapta con su oscuridad los campos,
el molinero guarda sus aperos y tus senos brotan,
túrgidos a mis deleites amatorios por volver.
Abajo de las estrellas, la atmósera, el campo
plenilunar, nosotros somos las almas despiertas
entre una multitud entegrada por aparecidos.
Cualquiera que provoque el quieto presentir,
poeta ebrio o gotera desveladora, hace prueba,
una vez más, de su impertinente sentido,
cuando la proclamada calma hace solaz.

La falta obstruye el idilio...



La falta obstruye el idilio, cuánto heme
mezclado a la nocturna ceniza la noche previa a tu llegada
nunca supiste la razon y dormiste,
fuiste el dorso al espejo de tus preocupaciones,
ahora nuestra distancia aclama las lejanías,
somos menos vulnerables a nuestras aproximaciones,
mediante pálpitos, síncopes, desvelos y migrañas,
jamás volveremos, como caiga el anhelo tuyo,
la forma menos emergente a nuestra infortunada gana,
o te desmayas, descompaginada y recóndita,
a la sombra el sombrero sordo sembró un sorbo,
pero menos siniestro que tu adiós encaramado,
a este altar de deidades sacrílegas sacrificando
sagrientos cerdos, ni dibujaste una sonrisa ni
un adiós siquiera, solamente un infortunio que
ha cobrado una fortuna al fuerte fuero mío,
o la salvedad dedicada a tu desnivel familiar,
saquearon el burdo deseo con su lunecer,
suerte con situaciones nos hallaron nunca más,
parte nuestra reclamó el final al recuerdo habido.

lunes, 18 de octubre de 2010

Comparto con las piedras una paciencia determinante

Dedicado.






Comparto mi estadía con las piedras del río
comparto con el viento una negra bufanda
comparto con la lluvia un abanico de colores;
aullo en los cauces y el tumulto peatonal
se convierte en una caravana vial
en el ovalo naranjal de lima
Cuántas verdades pueden caben en mi pequeña cabeza,
no es mas grande que un coco*, ni su grito ataja el monte,
ni su fantasía atrae libélulas y luciernagas,
sino realiza ejemplos de complejidad.
cuanta virtud carezco es cuanta alegría me sostiene,
ser calmoso, enmudecido, por las nubes del sueño.
Toco la punta a una bandera y, flameando, saludo
a las especies silvestres, a los campos silvestres

que, a manos llenas, el cielo muy celeste encofra.
Mis pasos no justifican este deseo loco por recorrer
el mundo, esferoidal quimera en un hueso de manzana,
no soy vagabunbo de ningun camino verdadero,
pero mi guitarra aprendió esta canción en otro pueblo:
Naranjas lavadas en el arroyo,
rosicler maquillando el cielo altivo.
Eso eres, un deseo conservado cuatro noches,
un luna llena donde veo mi alegría nocturna.
Voy metido en mis pantalos viejos como un errante
ángel buscando su alas por el mundo subceleste,
Oh, ellas se han ido en fragmentos allá lejos, al olvido,
a la página pasada que el viento travieso a corrido,
y que ahora -el muy irresponsable- sacude la ventana
sin pestillo. Albores se levantan a mis pies,
mi piel es puro heno a rastras por el viento hacia el oeste,
en mi vida hubieron lunas teñidas al pincel del recuerdo,
y por eso ahora canto, con una lunática inspiración,
Cuelgo mis anzuelos en las olas profundas
esperando pescar el animal dorado que conceda
tres deseos a estos ojos incrédulos que vienen
en estribillos , canturreando con los gorriones,
cubierto en los fresnos, alisos y cipreses,
Y una sobriedad me embriaga los sentidos con sed
de regiones altas, para lo que cierro los párpados
bien cerrados, así es más rico, menos mío,
más canción, que ahora canta tambien el sol.
Indudablemente los forrajes son una fiesta
cuando crecen entre ellos un único suncho,
que no la coma el carnero, hambriento tragaldabas,
cortala para tu pelo, has con ella un sueño grato,
si mañana vienes en vida, sin hoy te quedas en sueño,
mis ojos se quedaron junto a tu sonrisa
para vigilarla como se vigila un nido, y tus rubores
secretos, esos que ingoran los atardecidos vientos,
sacralizan este milagro entre nuestros pechos.
Duerme, apaga esa aura tuya que no me deja ver el cielo,
apaga esa estrella furtiva que no me deja ver tu estrella,
y jugemos a ser Adan y Eva, y jugemos a ser Petrarca
y Laura, Marco Antonio y Cleopatra de la Lima mía.
Tienes un florilegio para guardar amores, tienes una
nueva melodía sedienta de una estrofilla, surges
en verdes vegetaciones, espigada y santa,
Quedas junto a mi pecho marcando el paso a mis latidos
con un gesto coqueto, y eso significa amor
entre nosostros, arboles rojizos en la constelacion
de sagitario, en el viejo embarcadero dos botes
que a tumos... Conoces donde se esconden nuestras
alegrías luego de ser gozadas entre nosostros,
allá vuelan tras las puertas doradas del horizonte
y colonizan una región abierta a los enamorados.
Crees que soy inocente por mostrarte mis cartas
de tarot, soy yo el animal dorado que a mordido
el anzuelo, soy yo la canción que proviene de otro universo,
pero si tu eres el anzuelo, ¿no es mi inocencia
la más bella virtud concedida por el sagrado orden divino?
Nuestra salvedad es aquella que presumen las
aves migratorias con barriga color manzana ,
nuestra pasión tiene color de la tormenta estelar.
Su majestad, has cortado los párpados a las corolas
y vertiste el nectar puro de abril a nuestras pasionarias,
Una catástrofe reluciente inundo nuestro pueblo
lavando los acres rincores, limpiando las
arrugadas esperanzas y las gafas a los abuelos.
El genocidio de los ángeles fue una tamaña
conflagracion cuando dormías a mi lado prometiéndome
un nuevo cielo la próxima mañana, y yo
pensé que era anaranjado o purpura lo que goteaba
en tus labios, tan rojos, como el gemido elevado,
las oronjas brotaron tras la lluvia y fueron tocadas
por los niños lustrabotas, ten cuidado con tu vestido
que el viento viene haciendolo bailar son tu cuerpo,
Abajo, muy abajo del cielo exite un Eden para dos
personas solamente y tu te niegas a darle crédito a mi
aseveración, o provengo del cuento que leíste
antaño, Tommy Bang u Oliver Twist
Los dos juntitos, junto al cielo, la ciudad
hace su calco en la lejanía ruidosa, aqui podemos
amarnos sin previo amiso, cuando las caricias
desbordan, un nuevo diluvio nos lleva en su arca,
como amarrados a la llovizna, tu corazon y el mío palpitan,
esta noche has esctrito tu nombre en mi huesos
dormiste sobre las zarzamoras y eras casi un angel,
casi una gota de lluvia columpiándose en un abeto.
Nosotros conocemos la cosquilla en la oscuridad,
conocemos todos los derrumbes provocados por
unas caricias, en la marea alta de tu espalda,
se han ancaldo mis ganas locas por hacerte mi alma.



* hay cocos muy grandes

domingo, 17 de octubre de 2010

Esta vez hay dos direcciones entre nosotros



Esta vez hay dos direcciones entre nosotros, lo que continúa se conoce como el avistamiento, nuestro futuro, una plaza para los afectos efusivos en medio de la calle de sendos corazones, circunstancias hay de sobra para emprender el viaje al pasado, amor, recomienzo, sentimiento conjugado en notas claras,
satisfaccion instantánea en la cacería de los motivos, y algo más.
Me haces un sencillo boceto, las pautas conocen sus roles para
sembrar nuevos entretiempos dedicados a nuestros cariños,
obtusidad inclemente atrapa las testas humanas, frior,
oscurecido envuelve con indolencia verdadera sus coloquios,
cuando vamos juntos en un mismo paso, pasan los mundos
a gran velocidad por tu ventana, enseñas una nueva tecnica
a mis deseos, tus labios rojos sustituyen a los tormentos,
desde tus parpados cerrados un rojo profundo hace menciòn,
y esta palabra entre nuestras manos corta una distancia
hacia nuestros pechos, familiares de los abiertos horizontes,
troncos sensibles en un tiempo macànico y natural.
¿Cabrìa una duda entre las verdades absolutas, si mañana,
sedienta, cuelgas a determinar tus ropas interiores
sobre mi libidinosidad obsesiva? Ni una lágrima conoce al
caer esta terrible satisfacción, esta maldita felicidad
que nos acoje, llamandonos hijos del buen tiempo, hijos
legìtimos del aire arcano, y aún estamos en busca del
paraíso legítimo que se abre al instante, en un segundo
preciado, extasis, motaña e inmensidades,
inmensidades, montaña y éxtasis, las dormidas ansias,
te veo, como cuanto lo suficiente, como alegre lo
aéreo; y suenas, en los instrumentos vernaculares, en las orillas,
en los bulevares sabatinos, sueñas, sobre las nubes,
emn cada lecho amante, o en el nido del águila. Te descubro
distinta, cada noche asistes distinta. NOCHE: NOsotros
conocemos el derroCHE. Y el volar sonoro turba
nuestro cielo rasgado por armónicas estrellas,
verdes dulces, agudas fragancias, hasta las
ardientes alturas,así añoro encontrarte, en el tránsito
de mis horas lejanas;tenerte,acercarte y más.

Tal vez los momentos se marchitaron



Tal vez los momentos se marchitaron bajo los pétalos invernales,
tal vez los sentimientos perecieron sin conocer esa incongruencia recíproca.
¿Cuándo se asisten dos verdaderos amigos fraternizados, si el
continuo rechinar temporal hace caer en sus vértebras la
zarpa bestial, cortando el dolor en un grito horrísono?
solamente fuimos las orillas polares de nuestra especie, en nuestro
corazón resonaba, teléfonos celulares, reproductores,
sintetizados, transito embotellado. Y henos antes de…,
después de…, cavando sendas tumbas, bajo el suspenso
nocturno, cuatro colillas sobre nuestras promesas.
Un ser maldito, titán con alas prehistóricas, vino desde un mundo
de desengaño para destruir nuestra prosperidad e
incluso sus fragmentos, como una depredación necesaria,
ya consumada a fin de cuentas, ya dedicada a sus gracias bestiales
Todas las mesas terrestre, en pura lava ardiente, apaga
la mecha a tus materiales explosivos, vendrán en huellas profundas
los nuevos motivos, y, acariciando, con un viento secreto
tus cejas dulces, harán un nuevo despertar hacia las eternidades vivificantes.

viernes, 15 de octubre de 2010

El cielo profundamente herido

El tiempo siempre está maduro, la pregunta es para qué. François Mauriac




El cielo herido profundamente hace caer los días,
contra el alba el poeta, le trajeron los ideales mensajes solemnes,
y la calma, creciendo, música que los atabales encomiendan,
sed de victoria, sed limpiando la mente y el cuerpo con sales nativas.
Cuando retroceden en un repliegamiento las blandas olas,
el callejón con bocanadas acres se hincha,
y contrapuntea el reloj unas notas, orlando la avenida,
los amantes nutridos por reales deleites habitan la memoria
de aquellos que empuñan el máuser limpiando el azur
a sus progenituras, el viejo tictageo, antes fue campana
y el sacristán solía puntualizar su escandalo
devorando la cuidad, en un rumor tempestivo.
Ya carga el río, trayendo a las orillas guijas compactas,
ellas giran en su caudal hasta donde son más duras
y menos fáciles de derribar, así se encajas los
pensamientos libertarios envueltos en pueriles vientos maternos.

Sordo quebranto

Juntaron las manos, atravezaron una frontera a sus propios límites, corrigieron el silencio tras sus antifaces hexagonales y aquella marca obtenida por encargo de la vida en sus propias memorias, extinguiendo la sobriedad en un ato tembloroso de sentimentalismo crueles. Bajaron la luna, comieron blandamente el azul de las rojas estrellas, supieron de memorias persuadirse en la oscuridad lejana y sus puntos suspensivos suspendieron cada ramificación, dedicando el destino restante a serse como el mar y la luna en este incesto imposible, en esta fantasmagórica ilusión que es un orgasmo latente y extrañado. Sus ojosdistancia, sus manosamanecer, su cóleras rompiendo en sangre, usurparon el mensaje genuino con que llegaron a peregrinar anteriores temchumbres morales. Cuánta majestad prestada en su magnificiencia, cuánta fríaldad en su alarde sobrenatural ante los dejados humanos circundando las faldas a aquella visión impactante en su golpe sordo. Y ya no quedan palabras en el borde de sus labios, arrugan las ventanas un rasgo de la lejanía fugitiva y el volar no significa una acción libertaria sino un atajamiento fugaz. Ahora hierve la suave bruma donde sus cariños asilaron el verdadero nombramiento a sus sentimientos, abordando días, supliendo el gris del cielo invernal por una refracción casi subliminal adonde prestar enajenadas declaraciones finales. Un niño fosforescente despertó por las ventiscas del cementerio, ardiendo, entre esa guerra y esa paz desnuda, se hizo inmenso entre sus ojos sordos y sus oídos cerrados, cuan cerrados, como los cines y las licorerías en la madrugada, como los cuarteles y los prostíbulos a mediodía, resagos vienen aún comiendo aquella irrealidad en pétalos manchados con la honestidad apostada en sus sensateses santas.
Ella solía decir que le gustaban los cielos cuadriculados en su cuaderno de notas, él la consentía, mientras un gato profeta los acompañaba, dictando el presagio a sus pasiones furtivas a la luna llena, que ellos llenaban con mayores motivos inventando ejemplares historias de discontinuidad física, cuando, atrapados por esa compartida imaginación, descubrían que estaban haciendose cada vez más cercanos, como los ancianos a sus familiares enterrados. Ya poco entrometen sus vidas, cada una transcurriendo a su suerte, que no es la suerte ajena, sino el deslindamiento en su rencor encendido, en su vía psicópata arrasando los senderos sin vertientes, sin unicornios pastando en treboleras cuadruples, oro de los recitales virtuosos, armonisado cruelmente cuando la herida llama tosiendo el tósigo que las envenena y recortando el aliento a un pecho henchido por ese vacío que llama a la muerte por su íntimo parentesco. Así su indiferencia se comparte, usan el viejo jeroglífico cuando invitablemente cruzan palabras y duermen arrullados por esa misma canción, es misma vieja canción detenida como un muro infranqueable, ya sin juventudes atrevidas, ya sin soñadores, alados por su ingenuidad o especies nocturnas, descubiertas al mediodía ya sin vida, ya sin sed.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Los sollozados sueños anduvieron


Los sollozados sueños anduvieron,
clandestinos, errabundos,
flébiles ante los demás sollozos,
hicieron itinerante recorrido hacia el hades,
y, sedentarisandose bajo es idea inicial,
volvieron mediante el espejo,
cubierto por el opuesto polo esencial.
Así comentaban las canciones que entretuvieron
tus oídos y tu boca durante un mes,
calentando los balbuceos, ardientes,
por el aguardiente.
Te sonrojas como anoche; tu carácter se
obnubila en hermetismos ya imposibles,
inaccesibles: tus vigilantes oscuros
se llaman femeninas determinaciones
para los demás, a tu parecer son
simples consecuencias de tu orgullo intacto.
Me senté consentí el silencio insinuante,
recuperé el sentido, ay de mi inconsciencia,
bajo el horizonte emplumecido,
ala abanicante, aparecieron en desnudas vías
los desnudos huesos de aquella triste indiferencia.
Has disecado salitrosas consecuencias,
asordinadas suenan más dulce los
intentos fallidos, cuán dulce suenan,
cuán dulce sueñan; dejan huellas para
alimentar al destino seguro de su paso,
a ver, si mi interés descubre púrpuras
en sus contornos, o aquella filtración
copula en el tálamo divino.
Sus huesos contras los rotos huesos del amor,
responden a un mandato claro, en la lúgubre
nota nocturna hacia el humeante trascurrimiento.
Oh calma, tu afecto, solidez sedimentada,
tu risa, fosforescente trazo, abrasa con
tersuras ocultas el enternecido revestimiento
delirante en mi apagado corazón durmiente.
Vientre de flores negras y rojos celajes,
cuenta a la calle los fantasmas, porque
hay huellas sin transeúntes, ellas son instantáneas
como propensas, sufren veleidades
del veleidoso océano bélico.
No te hagas pasar por motivo, viviendo
en estas manos; amamantas tu sed vampira,
importancia prestada y exacta a tu
vanidad engrandecida.
¡cuerpos bajo el cielo! cuchucientos mil millones,
en su fragor inmenso, mi espera atribuye este
incesante acompasamiento al blando útero
velludo donde la espinosa abnegación cumplió

su corta sentencia. Se atragantó en el reloj.
Ahora, ya recuerdo vagamente, tu rostro
emerge en un vaporoso éxtasis
y cuelga a mis versos favores tan añejos
como la edad tuya en mis sentimientos,
tan arcaicos y tan prístinos, como ellos,
herramienta productiva y sonora.

Sublimidad oculta




Astucia, endiablada sed de hipocresías,
cómo escurres, lenta el descreído pasar con que
la verdades hunden en sus corolas
el combustible celeste consumido por
los días, las señas en que encuentras
un camino al regresar montado en tamañas actitudes.
Como descosimientos, la pálida inexactitud
desdora el plañido, es dulce su ordinaria voz,
aunque las páginas no sepan registrar su
rumbo, orígenes pereguidos por letristas.
Malos sueños engendraron adultas inquietudes,
y, al pasar, elv erano, no resistieron el frío,
allá donde moran los esqueletos corrompidos,
completan su declinaciones en claves,
jamas reveladas al oído por un susurro tan siquiera,
y se desgastan, determinantes y agónicas,
semejantes a los dorados hierbajos
temblequenado en las alamedas vespertinas.
Abajo, mucho más abajo, tus deseos se obscurecen,
toman de las inteciones concejos rudos,
a sus procreaciones próximas acompasa
el más oscuro desprecio y la indiferencia correspondiente.
Ahogaste en tus perfumes verdaderos ángeles,
rojeces violándose traslucieron el contenido
de una lágrima hospedándose en la comisura
de la mejilla felina bajo el claro melancólico.
Adiós piedades, rompen el freno y se suicidan,
como veraniantes muchachito a toda prisa,
y sus congeladas ramas rasgan el sentido,
cuando entre las esquejes, las grietas
no pueden sostener el urugallo nocturno.
Humedades profundas confiesan al frío un
irreconocido parentesco ya bastante aprobatorio.
Corre el río cuando el animal viento caza un
aroma del verdecido campo; verdecido árbol
a mi orilla, eres con tu suerte impregna,
tu gemido cuesta una vida sobre la acera
contraria y tu mirar una laboriosidad continua.
Solamente quiero entre en ti por tu boca,
tus dedos, tu oído, tu vagina, tu mirada;
solamente quiero entrar en ti por tu mirada,
hacia ese lugar oculto y embosquecido
donde el púrpura rutila vagas sombras
urdiendose en la soledad saciada de las
ventanas, con notas en una pianola roja,
gratitudes instauradas por el herrumbramiento
migratorio y caudales en secretos intempestivos,
esperando el quebrantamiento exacto
para tomar la partida y recorrenos,
cubriendo nuestras almas con desnudez,
y cantando, ebriedad marcada sin rieles,
interrogatorio al quietismo atroz,
al escondite donde se hacen libertades
todas y cada una, a su genuino interés, el
enjambre pasional henchido por la sangre
amor dulce amor me esperas aún en el universo
este minuto absoluto en que recae mi deseo.

Motivos del Corazón sin Solución



No quiero que en mi reflejo coman los buitres,
las intrigas, los dolores impíos 
ignoras a nuestras almas etéreas, viajeras son de la
noche cuando la oscuridad vence a la luz
es esa la hora propicia para nuestro encuentro astral. 
tu corazón agoniza inevitablemente lejos de mi lado
tras aquella distancia desdeñada por nuestros versos
tu escribes la linea más dulce en mi vida
pacificas los momentos, llenas los espacios de mi vida.
Hay entre tus pestañas luz destellosa
asistiéndome en estos versos románticos
No permitas que el amanecer bañe mi cabeza
sin amarte, cuanto ansío verte con vida
un suspiro puede convertirse en gaviota blanca
y anidar en mi guitarra, darle gozo a mi canción gitana.
Mas callas sin motivo y te tornas incierta cual la noche
y vagas por la playa sin sospechosa incidencia 
has tuya la voz de mi alma sin pormenores
calienta la espera con el incentivo poetico.
este cruel sentimiento te encadena a nuestra relación,
inconclusa, inconclusa, demasiado inconclusa
para terminarla ahora, no hemos de rendirnos
invitando al pasado a reanudar su marcha.
¿Qué amas de mi, años, buenos momentos,
fortaleza sentimental y compañía, que
te multiplicas en mis pensamientos,
revolviéndolos después de tanto tiempo?
Aquí tu ausencia es muerte conocida
un transcurso oscuro por mi vida, palabras que vuelan al sur 
un verbo pasajero que se aleja de mi juventud
Coloque en la balanza nuestros días juntos
sin conocer tu historia posterior y  todo se hizo humo, fue un roce, un acaso,
¿lo imaginaste?

jueves, 7 de octubre de 2010

Intención






Un océano sintetizado en una lágrima prisionera,
Escapó a las celdas del ocaso, cayó por Laborda negra,
Cortando la mejilla en una ese amarga, pesando tanto
Como el último universo en renuncia y
Atravesó el nido de croantes ranas y esqueletos felinos,
urdiendo el cauce donde las lápidas ahogaron
antiguos temores a la noche,
trazó un relicario con decálogos intactos,
piedra alborada hundida en el azur,
por los verdes campos escapa el tiempo a los brazos
de la muerte, donde una almohada que
hicieron los abriles, hizo dormir a los caballos,
a los petirrojos y a los cernícalos, raptando
la sexualidad extinta ya casi borrada.
Un barquito infantil sobre la charca del
Olvido tañó notas perdidas en partituras quemadas,
Mamposteando con cuarzo iridiscente una catedral.
Denme el hábitat concedido a la estirpe arcangélica,
Quien mis pasos arrojados, y, en el fluyente pensar,
Mi anclaje en tu cintura trepará, tramontando
Las cumbres doradas, hasta hacerse pecados.
Un río luminoso desde tu silueta oscura me
Inunda, mientras la materia cambia,
Rojez desnuda, gotas verdes, llovizna y manglares,
Eru`pciones desde las marismas hacia el paladar
Abultado, ese llamado luna desaparecida,
sobreaparecido fantasma, sobre la embriaguez,
con ron y paisaje, tus manos fragmentadas van tomando esferas
que en mi distancia inalcanzable son llamadas tensión.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Objetos




Zapato cubierto por la madrugada,
cubierto por el licor, cubierto por la sed,
tus cordones ya no ajustan un andar contrariado,
cariacontecido, has sido relegado al olvido,
donde la sombra con actitud matonesca te instiga,
romo y malsonante, ya no andas más,
ni puedes hacer hervir escotillas con burbujas cúbicas.
Gato inerte, pellejo de años y calles,
donde el polvo oxida arde la experiencia.
Tantos decires diametrales en su aguda prolongación,
que se ocultarán tras un eufemismo,
al decir que conociste las calles.
La cama aguarda, blanda y materna, tejiendo
una red musical con cuerdas para arco,
donde las alas oníricas se baten en espirales
colando un decir contagiado en gris intento,
aconteceres otorgados por una satisfacción plana.

viernes, 1 de octubre de 2010

Circunferencia detenida




Por mi vacuida afligida de vaso estacionado
una sombra ha deslizadose, descreída, hasta el infinito,
naciedo naufragar temblorosos planetas y hasta la ùltima estrella.
Tu ausencia electrificada resuena, como una cuenta pendiente,
como una somnolencia inconciliada al amaneceres, o como
una puerta abrieta por donde he visto pasar, indavertida y libidales,
tentaculadas pesadillas, espinando escalofriantes y promiscuos tembolres.
Por donde has pasado; ha vegetado la hierba al rojo blanco,
debajo de los cielos de marea estridente, los cuales
percuten trompetas clarificadoras;
por donde has bailado el viento involucró el canto
del corazón del bosque junto a la excitada y pajarina
colección silvestre.
Porque para las apariencias revistiendo la materia,
existen las ondeantes y límpidas,
como las eficacez vidrierías mercurizadas, atrapan los esbozos
y sus retoques, pero para el alma solamente las vivenvias
reflejan sus imágenes nítidamente, en un cuarto de revelado
colgadas en el tendetero tensado y cómplice, entre la rojez velada
va definiendo una información confiable
los titubeos tragando, sucediendo tu mente, eslabonan
en quietas vértebras el sinsabor que no han de endulzar,
confiables, sino, en un curioso andar
las ocurrencias cayendo por la calle estrechada en un punto oscuro
una facultad en su hallazgo, en torno a nuestro compartido afan.
Contra tu pecho y el mìo se ha abultado ese invisible resquemor,
hasta atragantar nuentro decir cotidiano y purdoroso.
El silencio en tu labio hirvió un bosquejo delicado
arrastrado por el viento, dulce crepitar donde los pájaros
comieron un claro oscuro, mientras te bañaba un claro fantasmal.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Ars poetica



Angustia estranguladora, atacas mi alma intranquila,
en la irrupción tuya, los focos, las estanterías,
tienen la llameante mudez de su connivencia
un bocado de fuego infernal enrojece tus ojos
y en ellos noto planes traicioneros que urden
Desdibujaron sus ringleras medio maltrechas,
subieron sobre colinas extranjeras sus inclinaciones
hasta la curvatura descubierta con verdadera desconfianza
¿ en cuántas estampas apareces presenciada,
dulce alma mía, vocación fascinadora sobrenatural,
córtame las viejas riendas esclavizantes a una huída,
(hazme nulidad viajera, ciencia factible a la sangre)
cuando aparece la extraordinaria descompostura rampante?
clara virtud arcana otorgada, me haces bello partícipe;
crepúsculo color espalda de adolescente desvirgada,
suma exaltación encendida en placeres manifiestos,
cortada realización enredada sobre tus partes irresistibles
en decadentes distorsiones refractadas al delirio.
Como presta el ave peregrina generosa, en ofrecimiento adecuado
a perfectas fantasías otorgadas, sensuales, por
una rojedad color rubí, incitando a la imaginación deleitosa,
así también presta el ave memorial su jeroglífico
que es similar a un glifo caviloso advertido lascivamente.
Cuerpo psicótico revestido en cráneos y úteros cenicientos.
Volvieronse túrgidos asuntos al tacto precipitado,
hallando verdaderas manifestaciones de amor musicalizado
en fluyentes sentimientos sobre azures embriagadores.
Reproduce pasos huellando el viento gravitable por melancólico
sacudirá su objeto audible el soplo atrayente prestado,
como se presta el estrecho mirar desafiante al último
referente en tu errante camino abocado a descubrimientos significativos
como la araña jardinera teje laboriosa a su necesidad incontenible,
con instinto asesino, una telaraña efectiva y aún presta
a una mayor complejidad técnica dedicada directamente
al sacrificio cruento en un ritual complaciente a su naturaleza.

...

martes, 14 de septiembre de 2010

Decía...




Mientras espero, escribo decidido a esclarecer un momento en la caracterísitica de la razón inconclusa. La lógica completa puede revestirse en una envoltura conceptual mediante la premisa de que, los sentidos-en ningún grado de la imaginación cultural- siquiera suponen el campo sensible sobre el que se hacen presentes. De esta afirmación la preconsciencia es tan imaginable como concreta. La postergación en mi dialéctica es la parálisis conceptual genuina, detenida en la injustificacion lógica dentro de la noosfera.




Aquel beso de despedida

Viviendo locuras, irresponsabilidades, nuevas aventuras, sin tiempo para escribir, hay tanto que decir, tambien hay que proteger la autoria, por eso escribo menos pero siempre algo para mis lectores, Saludos y abrazos para todos. Hay todavia bastante, no se preocupen.






Aquel beso de despedida lo mismo que esta lágrima dolorida,
columpiándose en la muda noche de mi mejilla
Enganchado a tu boca esta el silencio, y tus ojos cerrados y la noche
callada de tu voz
la indicha verdad sobre nuestros angulosos sin sabores.
el espejo toma una apariencia curvada como a derrota, las sombras buscan refugio en su interior cual golondrinas horcajadas.
sesgos de papel de Alejandría.
Abrió sus alas al sol cuando sus ojos conocieron el acorde diurno,
ya sin órganones, próximo a la huida, por los cielos de brusca tormenta.
Compórtate semejante a las piedras sobre el intempestuoso tiempo frugal,
si se cae donde haze descolorado tu certidumbre una ligera verdad
hazla teñir un suspiro en la medida de una intuición veraz.
Deshiciste una línea en la arena, beligerancia, absoluta beligerancia,
cuando vuelves en una semejanza a tu anterior noche,
puedes darme aquello que niega el desvanecido correr del tiempo.
Si se hunde tu seguridad al hallarme más confiado que de costumbre,
soy efímero, alguna vez aprendí el sumo saber providencial
mientras el mundo aprendía los perfumes juveniles de las tardes veraniegas.
Cuando se hace más grande que el orgullo el loco deseo por hallar
al instante la energía vital, las puertas derivan en otras puertas, el descorrer
del ansia atrapa cualidades inánimes, en tus manos y en tus
pasos algo desiste, vuelta la melancolía un universo conocido por la espera.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Final feliz







Siempre he tenido una cuenta pendiente con ella que jamás pude cobrar por mi disparatado afán de montar una escena de celos, por si los sentimentalismos de las comedias románticas o los títulos fantasioso de las novelas, donde la suerte augura un destino presto
a mostrar una señal clara en el momento exacto, pudiera reconfortar mi mente dolorosa
 algo muchísimo más amplio que la sexualidad o las bajas pasiones recortadas por la libidinosa mente, confundido entre la noción del amor. Un juego propio del amor donde, puestas sobre la mesa ambiciones y expectativas, las personas se alianzan en mutuo acuerdo para caminar de la mano en busca de un fabuloso bouquet, cuyas flores estuviesen conformadas por un revestimiento de ojos color bonanza, en la ligera intuición que una razón merece. Las palabras, todas ellas y los detallismos afectuosos se encargan de efectuar la expresión de una anatomía susceptible, vulnerable y frágil. Es exactamente en aquella distancia donde hacemos las maletas o dejamos humear un café a las doce con cuarenta, trocleando los dedos a los días cuando los adolescentes empiyamados deshojan margaritas blancas. Podríamos volver a vernos y encarnar un encarnizado intercambio de diferencias para luego abrirlas con una necesidad siempre descubierta por el rigor del tiempo, nuevos arraigos menos encantados pero jugando siempre a la ruleta rusa con un revólver carnal, rozando la pura necesidad. Cuando se han apagado las luces y solamente los santones insisten en traer estrellitas para justificar sus instintos encendidos y arrojar su cuerpo gordo sobre aquella querida, medio borrachos e injustificables. Ella te toca la nariz para hacerte despertar porque en vez de chuparse el dedo prefiere chupar… unos tragos. (Con el paso del tiempo uno aprende a callar, a casi aceptar que eres un vago empedernido). Apaga el interruptor y tú te escondes ahora en tu silencio, diciendo que solamente hay refugio para uno, y ella te manda a contar hasta cien, mientras se besuquea con quien-jamás-sabrás, en aquella orgía paranoica cuasi psicótica con la que desvelas tus desencuentros.” Todo ha estado absolutamente bien. Vamos a una fiesta, que aunque no haya orquesta nos deshuesaremos divirtiéndonos , Siempre he admirado como cortas la carne al cocinar, hay un rasgo homicida entrevisto bajo el filo de tus pupilas. Encadéname a tus deseos, estoy despertando y hoy me toca perderme, mira como me tienes prendido al capricho vanidoso que hay en tu desnudez irresistible, quisiera tener tus encantos para envolverte para siempre y encontrar, después de tantas catástrofes y colillas medio fumadas por las dudas empanzadas de insomnio, un final feliz, que sea como satisfactorio definitivo. Siempre he tenido una cuenta y jamás pude pagarme su disparatado afán, le contaba a ese blando órgano que no me dejaba dormir bajo su bullicio.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Itifanía



Gobernare el sueño que me lleve hasta donde descansas 
para hacer un pacto de unión con tu alma 
mantedre mi alma junto a la tuya durante toda la eternidad 
tu voz es dulce como el canto pajaril 
tu bello rostro tiene un abolengo cercano a los ángeles 
donde el carmin y el rosaceo juegan dulcemente
perfume de piso latinoamericano hay en tus cabellos negros
y tus ojos azules tienen la lejanía de las aguas del pacífico 
guardan el dulce embriagante de los licores
Dejame ir contigo al campo que colinda con el bosque
para amarnos libremente lejos de las demás personas
donde el ruiseñor arrulla a la flor salvaje
Por un solo beso tuyo limpiaría este mar de sollozos
finiquitaría las eras oscuras de tu cabellera azabache
amandote castamente como a una ninfa del bosque mudo


jueves, 2 de septiembre de 2010

El segundero se sentó en el minutero y miró a la ventana




En setiembre murió por amor un sujeto
llamado destino,

petirrojos congregados lloraron en su pecho atravesado 
Su vida bohemia fue arrastrandolo al desboque 

finalmente halló un desenlace definitivo la noche del viernes 
Junto al él se enterraron otros desaparecidos 

un conjunto entero de interpretes de jazz
subieron al cielo musicalizando descargas
otro romántico existencialista pereció este año
siguiendo el envión de su caminoEnterraron también, entre otros a un angel 
Todas las paralizaciones sentimentales desataron
la turbulencia en una catástrofe sónica,
para secar hoyuelos en la violentada marea,
marea venida de millones de mundos,
fuego propagado a través de millones de estrellas.
En setiembre se suicidó por amor un sujeto
al desvanecerse su idea oscureció en gesto,
estuvo amarrado a un árbol fallecido bajo
las ambarinas estrellas en su solaz sideral.
Habíale pedido a los acordeonados cerros
le enseñaran la máxima voluntad
frente a sus oponentes, durante el otoño,
le pidió al viento recordarle siempre ser bueno,
al océano a luchar sin descanso por su pasión.
Mas una noche le brotaron piernas entaconadas
por los ojos y una devoción extraña abrió
una helada boca pronunciando voluntades
provenientes de otra noche, una cortada
por los sentidos rasguñando la adrenalina
hasta colorear colinas tan morbosamente,
cavando un vórtice en pleno delirio amoroso.
Tocaron pianos afinados por la fatalidad,
cubriéronse las horas de enmudecidos horrores,
el segundero habíase sentado en el minutero,
porque la hora siempre termina venciendo al tiempo.
La nada comía como un tractor deprimido el infinito,
una extrañeza hallaba formas desconocidas, el lirio
huérfano en la sombra perfumaba el enlutado cielo nocturno.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Vid VI

Estan sucediendo muchas cosas que luego contaré, por ahora estoy muda. Te quiero.



Cambié un segundo por viento
fue al ocaso barca, fue bajo la luna llena romántica canción,
al día siguiente ya era capaz de reflejar
cuanta apariencia inclinábase ante él con exactitud.
La duda tuvo ocho patas, porque así reptaba
mucho antes incluso de ser advertida,
hubo tejido una telaraña promiscua.
Mírame amada, soy un cadáver bajo el arco iris
un árbol esta enraizado a mi osamenta
encontrarás entre su copa un fruto
síntesis de los tiempos y un siglo de agua.
Tú, coqueta estrella encarnada en canto
haces madurar la fruta, florecer los campos
bajo el cielo de un sonido celestial.
Al encuentro acudió el avistamiento
el destino escrito puntual en el admisible presente
bifurcó una eucaris cubriéndola con ternura perfumada
Toca mi pecho y cambiará el color del horizonte,
toca mi mano y saldrá, muy amarillo, el sol,
trinos tupidos caerán sobre tus manos
mientras las madreselvas tiemblan con levedad.
Bajo esta luna llena, no necesitamos la Torre Eiffel,
no necesitamos una góndola de oro, ni los canales venecianos.
Las estrellas hablan con tu boca acerca de un encanto,
mientras leo en tus ojos mi vida entera.

Vid V

Para regalarte la eternidad.


Le pedí al sol, despiértala con tu sonrisa en el alba clara
suavemente a su clara alma una alegría profunda.
le pedí al ruiseñor al gorrión y al zorzal, vayan hasta su
ventana y cántenle una serenata,
le pedí al viento, envuélvela en el céfiro aquel
como entre los juncos llevándole la caricia de mi alma.
Huele a pecado entre pétalos color pasión,
el sonido amoroso de un dulce tacto.
voy a hacerte una constelación sobre tu vientre
con suaves besos, mientras cazo tus senos tibios.
Pájaro gigante o nota musical,
nuestros corazones harán un eclipse perfecto
iluminando a la vida a su manera encendida.
La orquesta desde el cielo tocará
tenor de nuestra cita, las estrellas harán soprano.
Tú y yo presenciándonos mediante una señal armoniosa.
el alma del mundo es la vida, su aura
envolvente nos conectó; la música de
las esferas celestes se depositó, humilde,
en un pequeño círculo trazado por un compas virtuoso
para mostrarnos el infinito hecho sentir.
Le pregunté sin brazos a la mar si
abrazarte media eternidad cobrará la apariencia
en su mediada profunda.
Le pregunté sin cabeza a los cielos
por un lugar donde hacer nuestro romántico nidito.
Sobre mi sentir calca su forma la fantasía,
a las horas les cuelga una curiosidad coqueta.
Cuando te caiga la noche y veas una estrella seductora,
no lo dudes, ella refleja mi promesa despierta.
Gestando una nueva poética
En mi paso ha crecido una pena y una lágrima cuelga de
mi propia lágrima, han pasado cuatro inviernos y no ha
llegado aquella tarjeta escrita por ingenuas ambiciones, un
mundo en la espera adquirió , contra su edad, a la nota
oscura, su entreabierta puerta. Dejó paso a la distancia,
el ansia se hizo cenizas, luego sal, pero al destino invadió
una enorme oscuridad. Entre mis muchas sombras se instaló
un miedo cierto al insomnio y a la canción melancólica,
mediante el cual caigo a través de pesadillas profundas
como ardientes. Venció a la espera, por fin, el disgusto,
contra sus frías consecuencias, ha invitado al incierto momento
en que se descubre el mundo en una desnudez contrita.
Por eso el incesto ha calcado una impresión profunda
contra la silueta indemne en donde quedó atado a
la añoranza, materia para los pesares y volátiles
caricias de la nada, manchando la conciencia en un
mensaje venido luego de recorrer el universo completo
para comprobar triste su entera vacuidad. He sido el desprevenido
asaltado por la experiencia por algún callejón en llamas.
Aquel acertijo, el cual esconde una vaguedad desolada
el que insinúa el desprovisto despojamiento al vacío.
Aprendí que un amor inocente es un avión de papel
volando hacia su fantasioso mundo, mas los cielos en ademán
de grandeza desatan fieros su encarnizada ira
Pobrecillo si cree en el destino hasta el último instante,
pobrecillo porque cae encharcado a la sucia derrota.
Me he hecho espejo de realidades perturbadoras,
tocando el silencio, la palpable nada confiesa sus residuos
creados por agrios inviernos y mezclados con el borde
menos grato formulado en la dimensión más cruenta.

Automatismo

Me vierto sobre mis irresponsabilidades,
mi acorde fue el merecido convencimiento
sobre la estación muda, a veces despilfarraba
anhelos por parecerme de vida o muerte su definición,
un bosquejo del pasado por donde solía buscar mis rasgos,
si derrotado o solemne, de nada sirve buscar
entre los residuos de la madrugada la razón
que el día malgastado sin mostrar su oportunidad
inoportuna, la luz sobre los párpados resume
alguna colosal invención metafísica para salvarnos
el pellejo o arrojarlo en forma de ave a los
vientos vespertinos. El anuncio de la estación
temprana viene recorriendo los caminos, llama
con el céfiro a la brisa, pero no consigue adjuntarse
a la permanente soledad que a sus tintes ha vejado,
por si existe una corazonada indemne abriéndose
paso por pasillos abandonados de alguna
memoria exangüe, ¿dónde lloran los privados
por la narcótica propagación cuando sus dedos
recogen líquidas pupilas éntrelos alelíes y los tulipanes?
El desacuerdo es pertinaz como el despojamiento
en cuanto sus declives no abren sus pétalos a antojos,
ni alborotan el viento en poblamientos sonoros.
Asestar una injuria contra la propia naturaleza,
bestia herida por el arpón de cacería, aquella
amalgama plateada se contiene entre los labios,
aún cuando los pájaros revuelan y la determinación
marchita sobre las lápidas del camposanto
y en la última habitación nombrada entre tormentos,
se descubre la osteofagia de tempranía.
Brotado entre sus pálpitos, corazón, extraeré la música
interna para mostrársela a Dios, cuántos fragmentos
arrastran las mareas en su undívago pesar, arrojándolos
finalmente contra un peñón destemplado, o la verdad
hunde su vista en el concreto y escupe en torno a la ruda turbación,
buscaría sus secretos, o el cráter interno que todos
poseemos y como delineando un volumen al compas
de sus silencios su semblante desierto alentaría
dirigiendo cuanto le cuelga por sus indecisiones a la brújula
puntual de la existencia imperecedera. Durante la noche,
cuando la luna recorre el cielo ennubecido, un vuelco
de pez acorrala mi pensamiento por sus zonas palidecientes,
abrumarme me encara contra su espectro hacia la noche
abismado y sin propósito me he vuelto, en unos pocos segundos
, una libélula con alas de espejo, cuando el tiempo
y la vida copulan y un gran baile hace retumbar las estrellas,
así se hierve el inmenso deslindamiento, por virtud contraria
y por contrariado paso, la serpiente apolínea
enredó sus metros alrededor del diagrama de entelequia,
las redes ya se hubieron arrojado hace tantos siglos
que la sal pudo oxidarlas, mi alma, volaba por atajos que los ángeles
han fundado en sus azulidades. Despierto y me inquieto,
aunque no le presto alas a ningún antojo, pues conozco bien
de cerca la poca sinceridad con que estos se disfrazan,
por demás lo sé, y no ignoro tampoco su juntura como
la resistencia que oponen cuando el sol les da directamente
a la cara, sin poder hacerle cobertizo con proposiciones
reticentes, la justiciase aprende o se carece.
Esta veleidad lucífuga, viene y se va, no es de fiarse su luz,
ni inquieta su clamativa abnegación, viene y se va, queda alguna
pequeña calma, no alcanza ni para limpiarse los
recuerdos en la mesa melancolía. Pero existe algún signo imprevisto,
supongo o lo intuyo, debería justificar, y lo hará, y la historia
implica su necesidad de niños llenando las tardes con vocecillas
, o el árbol con un fruto tan rojo que la marea se agita
con una atracción desmedida, los abrojos renuncian
donde el pecho amanece, tan temprano advierte el sacrificio
sacrosanto, por sugerencia de las flores y las enredaderas,
ahoga con su frondosidad amatoria las calles erubescentes
no distingue la sombra enredándose a la inextinguible
insensatez despierta, como si a su orilla cobraran vida
las viejas ilusiones, y , orquestadas, con sus entreabiertas alas,
se baten en un convencimiento interestelar sobran las vías
y el mesiánico revestimiento surge sobre la carne despierta
por un instante de lejanía, sus manos tocan la paz
consumada en luz. Realmente me arranco las palabras
con ánimo persuasivo, mis dudas acerca de la realización
advenediza tiene los talones cortados por sugerencias detenidas,
ahora suspendido en el espacio permanente, culpo la sangre
de sus ramificaciones y sus perturbadores giros que envuelven
las piles angustiosas, la rueda verde ha servido para mover
intenciones inusitadas, el fuego helado pudo adormilar
la incontenible voluntad pero sin lograr encontrar
entre sus temores sombras carentes de significados
dolorosos, ahí perdí mis esperanzas, detrás del alma
y su círculo de angustias, el verdemar insistente por
la costa embozalada, me olvidé aquel nombre citado por mis
amores imposibles, parado ante el mundo absoluto,
norte, sur, este y oeste, mis propios aires se hipnotizan
buscando el aire libre, descuerdan libertades trazando
su diámetro de alcance, virando hacia el destino insinuado
por la hierba movediza, se afirma la más extraña paridad
vuelta canción que la tarde anochece mientras el hábitat
superceleste de Dios fulge entre los contraluces.
Me he atrevido a dirigir la nariz de la melancolía hacia el horizonte
y algunas islas, pero hechas con abstracción inconclusa,
abrillantaron mi mal, como un espasmódico ensamble sexual,
mi voz vibró en alguna caracola y fue nocturno acompasado
por el otoñado roble que es el descaecimiento,
para dar sombra a una tierra patriarcal, y su carrera
hacia el fin de los tiempos es la misma por la que los
demás resbalamos, ciegamente, en cuanto nuestros deseos
se ahogan por su amo9r descontrolado hacia sí mismos.
Por vacíos trechos deambulé, la pérdida encarnada,
cuánto hace de eso, mis ojos han olvidado el color original
que ostentaban las miradas de aquellas muchachas
, vuelve a mí la memoria de sus cabellos y,
ahora mismo, me desarma, porque ante su sus labios
aún presentes entre mis días, se derrama casual un líquido sensible,
me adormece la cordura y vuelvo sobre mis ideas
antecediendo la formación del destino menos alentador.
Encuadradas dudas en su formulación podrían
comer mi ansiedad, cuervos azules, tan de golpe
que mis manos se resquebrajan contra esta hoja en su expiación.
Y me callo, cierro mis pareceres, añorando ser los otros que jamás
entendí por el simple hecho de mantenerme seguro en mi charca,
encendida de anhelos lejanos y asestados de renuncias necesarias.
Cómo me he acostumbrado a nombrarme con la mayor impiedad,
a hacer de mi intimidad una vitrina para mostrarme
solamente cubierto por espinas, es suficiente, no resisto
tundir mis propósitos ante la multitud expectante,
grita como el acero la pátina extendida en su mordaz espaciamiento.
¿Pueden decirme las gladiolas con sus bocas de batracio
pintarrajeado en qué momento se hace propicio el adiós?

martes, 24 de agosto de 2010

Vid IV

Sin poder escribir, pero ayer salió esto.


Mi corazón pesa menos empapado por el arco iris
tu sangre es ceniza lavada por azur,
llevando hacia mi alma pétalos erubescentes.
Lo que ayer fue molino hoy es tálamo
cubierto por la suavísima aura del céfiro.
En un breve paso las hojas cobraron la magia
hecha canción y al perfil volátil del ondeante
viento cayó por cada nota una lágrima alada.
Como los pájaros divulgan el amanecer
de igual forma las flores, abiertas, divulgan
mi amor por ti a los ángeles sobre las nubes espumajosas
de la aurora clara, vertiente desnuda.
Tendría que ser halcón para hacer mía la altura
si la azulidad se destapa entre sogas amarillas.
Tendría que amarte en cuanto me descubro
oculto en la cuarta parada del desnudo asombro
con fuego a mi alrededor diciendome,
hombre, anda a verte al espejo que hay en
la pupila de la mediatarde, que ella te espera
cubierta por mariposas y libélulas, desnuda entre
las gracenias. Te amo y te adoro; te amo por
la belleza tomada en un gesto sublime de sí
misma para , te adoro por tu virtud
florecida a la par que los retoños de tu dulzura abiertos.
Ni la promesa del sol de amanecer, ni la promesa tempestuosa
del mar puede compararse a mi promesa de
amarte eternamente.Vida de mi vida, juzgue a la
casualidad suerte, en torno a la promesa
entregada por los ángeles en su vendimia celeste y ambos nos
embriagamos de una aurora circundada por crepúsculos
incandescentes, bajo los álamos, fuiste golondrina
desde entonces y sobre las rojeces del arce, en sus frondas,
anidaste. Si llueve reirá el río, soy pajarillo cantor en salterío.
Has quemado mi corazón con tu amor puro, ya no podrá
amar a otra; has quemado mis labios con tus besos,
ya no podrán besar a otra, con tu cuerpo y tus caricias
me has hecho tuyo bajo el ardiente deseo,
como la noche va apropiándose del cielo vespertino.
Hoy quisiera saber el nombre de las flores cuyo ósculo aromado
perfuma la brisa de la mañana trayendome la idea de tu cuerpo
desnudo; esta noche quisiera saber el nombre de las estrellas
en las mansiones siderales; en especial de aquella que me inspira
y que yo le puse ... Mar, sirena y sal, eres todo a la vez.
Ven conmigo, dulzura, adoración, Vid mìa, comamos el bendito
fruto de nuestro amor, que ha de devolvernos al Edén.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Vid III



Deseo en torno a tu misterio aprender el descubrimiento de toda tu persona como solamente puede descubrirse un alma, saberte, conocerte, ser quien guarde cada gesto tuyo, cada mirada, cada sonrisa, multiplicidarme en distintas razones para tí. Me desordenas por completo, me dominas, preso de esta fascinación mortal, mi sangre circula arremolinada, mi corazón zapatea como si tuviera unos zapatotes, todo el pulso se me va a los dedos, cuando siento nuestros corazones resonando a traves de un mar de sonido. Eres una Eucaris color nube teofánica razgada por un rosa en ligeras vetas de oro fundido, los bordes del clavelito chino son violeta tormeta de supernova, desciende un corte magenta con los matices otoñales en cortinas al contraluz verde petroleo, antuarios y gardenias, margaritas blancas, acantilados barbiponientes donde oraciones se han vuelto mariposas siderales haciendose fundimiento floral. Muestrame aquellas verdades reverdecidas, que cuando el trigo sea dorado como el sol inundará el universo, sabras que el trigo es virtud, sabras que el sol es alma, y paceremos pacientemente nuestro borboteante amor color barriga nocturna de quimera.

domingo, 8 de agosto de 2010

Canto al hombre lider


Se trata de ver la vida como la gran oportunidad de alcanzar nuestras metas
se trata de ver la vida como un film donde nosotros somos los protagonistas
se trata de ver la vida como un reto donde vamos a demostrar que estamos dispuestos a ganar
se trata de ver la vida en el rostro de un niño que sonríe
se trata de ver la vida como un viaje por un mundo lleno de maravillas.
De esto se trata la vida, de caer y levantarse,
porque siempre hay que aprender de nuestros errores.
De motivarse a dar lo mejor de cada uno
porque así, solo así, alcanzaremos nuestros sueños.
de reanimarse cuando el cuerpo ya no da más
porque ese último esfuerzo puede hacer la diferencia
De saber valorar a nuestras amistades cuando lo requieren
y estar siempre junto a nuestros seres queridos.
es la hora crucial donde los hombres han ser probados
si están listos para comenzar de nuevo o si todavía no
están preparados, 
este es el nuevo comienzo que da inicio a una nueva época
esta epoca solicita hombres nuevos
en esta nueva epoca el hombre saber hacerle frente a los problemas, no huir de ellos
esta epoca necesita lideres de opinion, 
el hombre lider ha de gobernar en todos los ámbitos.

viernes, 6 de agosto de 2010

Albina


Deseo descubrir la esencia pura que trae tu risa,
maracuyá maduro, con la magia viajera de novelas
de aventura
un campaneo orondo, cómo a mi viaja y, volviendo, a tu pecho de ánimo llena

tejedora hábil, has una guirnalda para la aurora, bebe del río, come del manzano,
piérdete a solas en el bosque,
entona el canto claridad divina
 tu voz de ruiseñor
que es rosada y enternecedora

te adueñas de bayas y flores por igual
he ahí la balada, bebes el agua del torrente 
das vueltas con la falda de tu vestido abierta las carretas que llegan saltando en el camino van al pueblo
un alfarero trae su artesanía nueva
no es tan prodigiosa como tu hechura.