martes, 27 de abril de 2010

Sonambulero







Esta noche hace el mismo frío de aquella vez, solamente que en esta ocasión eres tu la que falto a la cita, de un columpio y un viejo lápiz de color
¿Jugarán las dudas y el cariño meterme en aprietos?
Bebo otro trago de whisky amargo, entorpece mis sentidos. Preferiría contarle a los
gatos del vecindario que este tiempo viviendo a la sombra ha sido
formidable, salvo cierto testimonio en mi oficio que da una muestra idílica de la razon; el olor viejo de los pinos vuelve a mi memoria transformado en arrullo, la alegria de un gol de una visita vuelve el barrio en  una fiesta. 
todo ha sido un descanso prometedor, porque tú conoces los
dobleces de las viejas añoranzas
en que se formaron hileras la infantería romana de mi molestia, y cada
palabra tuya, cada desinterés telefonico, fue un concreto informe, como el deterioro de la lavanda fue el color del cielo, vaticinando una triste estacion de penas. Así estan abiertos los negocios de armas, cerrados los establecimientos de poetas, por inanición. el asiento soberano que obtienen
las hojas de este otoño tras el veranillo me hace creer en miradas limpias
e ingenuas. Pude dormir, mis dudas acerca de ti se consumaron en una
hoguera límpida, alimentada por cera de roca, la noche contrariada
fue cómplice de aquella faena, finalmente el sueño indicó el paso
conocido y rieron los murmullos y la paz volvió sobre los montes, la
promesa guardó silencio e hizo sus maletas; algo quedaba, supongo,
esa pequeña costumbre acentuada por horas vacías y demás recuerdos,
hizo sus ademanes cautivos, partió, lloró, hasta perderse en un bosquete:
punto tragado por la inmensa distancia. Cuánto mío fue el silencio y sus
corales pálidos, cuánto el perder y sus ademanes falsos. Untuosa mezcla
aquella veloz melancolía llegando en brote, tu nombre en tierra,
entierra una clara necesidad o desahucia el sosiego para darle paso
a otro parto inesperado, el escozor sobre los entreabiertos ojos es testimonio
de aquel sueño de memoria estimable. Bajo mis brazos, sobre mi frente,
ante mi vista, el mundo gira con un nuevo designio, hay bajo la tierra
un extraño rumor a punto de estallar, y ésta noche naciente gracia es el
mensaje de un cambio, una luz dentro de otra luz. Alguna vez te
llamé mía como atributo a mis posesiones y mis dominios solares,
ahora canta, canta aquella canción de amores inolvidables una vez más,
hazme tocar con gota fría la piel de aquella pasión deshecha.
Vuelvo sobre mis pasos doblados, podría envolverme en dudas,
sentirme en intimidad, subir hasta la cornisa de la desmedida veleidad,
mástil y velamen ante los tormentosos vientos de borrasca nocturna.
Seco mi boca, añoro los matices que los sueños han perdido en su tránsito
por un poblamiento fantasmal hacia este gris continente, pero que ahora
florece desde los hielos, y deshielos en mis sentidos corren calle abajo
vueltos tinta, y el carámbano afilado en mi pecho sintoniza algún pié musical,
un compasillo en fragua, largamente celebrado por mis renovadas ideas.
He notado que hay un niño que vive en mí, sí, un niño que le sonríe a los otros
niños al verlos jugar alegremente, un niño que observa el cielo cuando su vista
se fatiga de observar objetivos fijos, un niño que cree en sueños y es cómplice
de alegrías puras y desintereses por entrega. Pero como para romper esta
tendencia, existe también un traje hueco cuya sequedad recuerda la corteza
del roble, él es todo método, todo constitución, preocupación y solución
y pensamiento, objeto y estrategia y caducidad. El niño vive recluido dentro
del traje, como si fuera una taberna o simplemente una cueva sin goteras,
porque este traje sombroso no tiene goteras ni en los ojos, pero por
sus grandes manos parecidas a montañas sus deshielos encuentran son
de partida. a veces reconocerlo y advertirlo resulta comprometedor
como ocioso, trazos suaves van y vienen, señalando recorridos undívagos,
asperezas nocturnas por claridades frías. Mientras noto en mi felicidad una
pizca de descontento, no caben comparaciones, las descomposiciones
resultan espectros inadvertidos con sabor a calle larga, con olor a infinitud.
Te veo sonreír con una rosa en la boca, ya hermosa para ora vida, de
otra manera tan válida; la curvatura ha tomado la estrambótica esfericidad
por redondear la nueva hora, un pasado ahogado entre mis folios.
Quisiera sustraerme ante la fortaleza aquella que sirve de eje a mayores
inversiones vitales, por ahora me basta con esculpirme en mis ambiciones,
ser sincero con mis ideales, así, solamente así podré volverme atrás
con certeza de estar haciendo lo correcto sin comprometer mis intensiones
ni ser movido hacia vórtices horrísonos donde el metal y el ruido se mezclan
hasta perder la noción clara de bueno y malo, pues la consecución suele
seducir a la sensatez, apostarlo todo, perder como si la experiencia
considerable se disgregara ante la combustión roja. Y tú ¿Hay una
preocupación tuya con ventana con espera con horario? En tus calles hay
ruido, demasiado ruido para poder pensar, sucede lo mismo conmigo,
sólo que contigo era distinto, no sé porqué me molesto en pronunciar estas
palabras, a esta hora la batalla ha terminado, los sobrevivientes beben
con medallas en algún cabaret del puerto. Los pedacitos de estrellas que te
di en mis versos, podrían recordarte que algún día moriré, sí, ya no habrá
más nada. Crees que habrá otro que te regale la línea del horizonte con sus
astros y haga florecer un mineral tan sincero como iridiscente. Te hablo
solamente de lealtad, tus respuestas se quedan cortas y tu las desechas
como viejos zapatitos, te hablo de lealtad, y esa noche vibrabas contra mi
alma y, sí, fue realmente sensacional con adjetivos amplios. La distancia
desapareció, o fue borrada, yo observo en mi hombro la herida franca,
me parecen encontrar rasgos míos en su cicatriz, por prolongación soy
la cicatriz cuando dejo de ser yo, o soy ambos, hombre o cicatriz, o soy
cada uno de los hombres que se han levantado de mi alma, manteniendo,
sin embargo, quieta la sustancia, y para qué, para morir en un túnel sin fondo.
Ahora que me apacigua cierta prosperidad considerable, respiro,
estoy sobre mis pies, es bueno y demasiado cuerdo. Supe acerca de tu alma,
los sueños, los verdaderos, mantienen aquella propensión familiar.
Ve, coge con las manos abiertas el azul de las mañanas. Si la próxima noche
te tropiezas con una mirada fija y descubres en ella deseo y desafío,
recuérdame como un amigo, solamente como un amigo. Pero si algún día,
después de conocer otros amores, otras noches, otros sueños, piensas
que te hago falta, búscame en la melancolía del mundo, atiende con
cuidado sus compases, has un anagrama usando esa sensibilidad y llámame.
A veces pueden condensarse inquietudes sobre mis párpados, parece irreal
creer en nuevos consentimientos. Brindo por mis amores con la noche,
con la noche, la pregunta urgente e ineludible es ¿Me arrepentiré al
volver la vista sobre nuestros días, esos donde el amor se correspondía
en un dulce nudo y desenredaba pasiones con cabelleras incandescentes?
A la larga sucedió tal como lo profetizaron mis desconfianzas, te lo dije,
te lo dije, siempre sucede de la misma forma: donde empieza a notarse
las diferencias es donde se disuelve, finalmente, aquel sueño antes tan sólido.
de esa manera se desata una razón extraña a la razón, los corazones,
el filo, la ruptura, como muñecos fundidos en una fogata atroz, así los
vientos, así el dolor, y el anuncio posterior se levanta sobre las brumas.

domingo, 25 de abril de 2010

S/T

Me tomo la semana.

...

La credibilidad adquiere pequeños pasajes cuando, puestas sobre la
mesa, asistencia, insistencia y desrazón, son ellas quienes juegan a llevarnos
por movimientos estratégicos aprendidos bajo la página de alguna constitución
universal. Formas por cuajos a su antojo, pueden decidir si tomar
consistencia o disgregarse, es imposible designar su tránsito; los trazos
en falso no conocen una designación específica por faltar a nuestra
práctica habitual. Añoro fundirme entre mis ambiciones, todas libres
ante la materialización, ser el desprendimiento acertado que bajo los
párpados reclama un espacio dónde fundar su libertad y sus creencias.
Podría resultar inocente e impráctico, cuando la sustancia llama
con escisiones abiertas como las corolas al amanecer, entonces es inútil
pasear los dedos con tacto sutil sobre los relieves amargos, por el contrario,
la posibilidad de abrirse a una nueva oportunidad trascendental resulta
ser la mayor ocupación que nos cabe en el alma, pero dilatada
hasta las estrellas de las lindes del universo. El significado pesa sobre
el significante, dulzura insólita que podría abarcar los límites del
lenguaje, y la sintaxis se entorpece por librarse ante tales potencias
crueles, pues en boca y oído el verbo es aledaño a la ejecución, y
la luna y el mar, cuando place, de espaldas a la angustia, dispara alguna
creencia casi interpretada y desentendida, extraña , en huesos
y músculos. Como las consideraciones hechas a un lado, las estaciones
aquellas que esperamos venir sobre los próximos años corresponden a
expectativas abiertas sobre el eje de la modernidad, una serie detallada
de ilusiones fúlgidas para enlazar el ideal de realización ajustado a nuestras
ambiciones. Sobrevolar un intento, es lo que hacen los cobardes, no
entienden de fortaleza y sus derivados, ni comprometen su honra más allá
de una oportunidad exenta de temperamento. El paso cuenta
sus propias huellas, las huellas cuentan su propio estigma y los estigmas
sobre la estima limitan cualquier izquierdo dorso enigmático.
Verdad supuesta la que cuelga de un costado y crece por especie de inercia
ansiosa, como la barba y las uñas, la hierba, el musgo y el óxido, esa
pequeña barbarie que nos arrancamos para arrojarla sobre un folio donde
adquiere dobleces y volúmenes puntiagudos, y como resultado: un agujero
hondo similar al vació en su acepción más desgarradora e impúdica.
Perfumes vespertinos por bulevares atavían las horas, sombras, pasos de
regreso a casa; la suerte es acaso la billa ocho al borde de la buchaca,
la escalera real en la máquina tragaperras, o alguna especie de resolución
sobrehumana, sobre las situaciones que permite sobreponerse en algún podio,
el argumento oculto, hasta entonces oculto. La credibilidad adquiere pequeños
pasajes cuando puestas sobre su eje, las obligaciones nos llevan por sombra.

S/T

Pues la mentira abarca por pareceres errados los vuelcos donde se contiene una simiente alta y detallada, con escalones angélicos y desdicha para envolver peces de río y aves silvestres, la pus es el ansia ingobernable, sus cubetas se llevan con líquidos íntimos que se derraman de altares por cantidad. Me llueve, me llueve con insistencia, como toldo tengo un temperamento de hombre venido desde el oriente dónde la sabiduría fue debidamente desarticulada por una cofradía alada, me llueve pero desde otro cielo donde un astro estraño eclipsa al sol como una clepsidra donde se difracciona la luz. Tradusco desde mis sentimientos, oleadas sensoriales para copular con ellas, hacerme espejo, pero no un simple espejo donde la imaginación provenga a raras intervenciones y se deje estar en cantidades, goterones, o encañone el brudo drama con que me he hecho estigma y soldado. Sortilegios como sueros inyectados por cada ilusa idea, podrían narrar imágenes acerca de luna o lúnula, cualquier cosa que sirva para ejercitar mi mente y mis sentimientos, pues sobre este lenguaje que he inventado, loca pasión humana enredada sobre el cuello del fuego, es testimonio innegable que siempre fui sincero o al menos parte inherente de mis palabras, por considerarme el pasajero del último tren por donde la existencia trasmite información específica, a todo riel con chispas un miedo sedentario albergado por racimos patriacales, aún cuando se narre un antídotos en páginas épicas, la fortuna raicaría esencialmente en ser del todo pacífico y civilizado, aún cuando eres pugilato. Ese día que arde en un cuerpo incancesdente sobre el horizonte, o su audaz fuga bajo las obligaciones, como se conjugan la labor y el abandono sopbre papeles vueltos plaza e identificaciones paralelas, mis manos señalan la lejanía y pájaros más puros vuelven a ellas como correspondencia a una peregrina necesidad, así como cuando en los cirros se presiente una llovinza, larga, desatarse, y aquí abajo un contacto nos hace cómplices de aquella mínima intentenciòn, también por vuelcos, también por sortilegios y un poco más por conjugaciones aleatorias, como simples vibraciones microscópicas que se agrupan creando universos complejos, entre sus ondulaciones, o los primeros nucleótidos. Dónde nace aquella necesidad cruel que trasciende en compromisos por siempre inconclusos e inestimados, existe una tranquilidad para descansar entre antifaces colorinos, una cadena reaccionaria, alguna lámina capaz de plasmar aquellos filamentos rojos, como sonidos alterados por la sujeta percepción, hacia cantan las arenas cuando las rompientes salpican efluvios sagrados, así la herida advierte sus primeros síntomas con dulzura y la negra luz causa admiración por sus pliegues y los trazos sobre los salones. Despierta sed durmiente, sopores e intensos martirios parecen servirte de gafas o zapatos hechos con pareceres modestos donde te llenas y te abismas hacia oquedades sonoras, no podrías enconrar el sueño predilecto de los ángeles, porque subestimas la verdadera fuerza al notar sus métodos, te niegas al abrazo, y estancas charcas verdes con tensiones contingentes donde se pudren las dulzuras que alguna vez tejieron un albornoz pulcrísimo; luchas y raspas tus rodillas, por padecer semejante viga, donde se esperaría la templanza como objeto necesario a nuestras necesidades.

Consideracion

Un relato audaz con pequeños recortes, estoy aburrido de escribir.



Un pensamiento tan errado merece poca consideración, especialmente cuando el suero de verdades se aplica como suplemento necesario y los gritos contenidos se desatan como un Corno Frances. Esa mañana no fuí a las clases de pintura, ni siquira había hecho los degrades que nos asignó el profesor en la clase pasada; la noche anterior estuve buscando alguna voluntad desapercibida, no quise ir a clase, el profesor homosexual sería displiscente, la música de Reau como un fluido en el ambiente, las chicas que jamás llegué a hablarles junto a los papanatas somatotonicos que me recuerdan que no soy apuesto, sino buen amigo. Me sentía aturdido, qué poca consideración me decía, si hubiera sido un tullido como Gaudí podría sobre llevarlo mejor, caminé por todo el campo de Marte, a las tres de la tarde no hay mucho que ver: las personas no suelen caminar por esos lares. En la playa pensaba en peces, escalares, espadas líricas, barbos, betas, neon tetra, orandas, los cabeza de león que nunca tuve, o los red cap que solamente podía comprar de alevines. Mi niñez cuando aún se usaban los teléfonos públicos con unos enormes rines que parecían fichas moy, los amigos de niñez que coleccionaban latas de soda en sus ventanas y que nos obligaban a buscar en el supermercado nuevas ediciones importadas, algunas estaban llenas. Nuestros vagabundeos en el acuario, pet shop, market, parque de diversiones, las tardes de verano jugando arcade en salas, King of fighters 97, cuando yo soñaba ser Kyo Kusanagi, esas preocupaciones blancas. Ahora el mar volviendo sobre los guijos de manera an inquieta e insistente que solamente puede recordarme a mi corazón, devorado por una menta marina tan ancha como el mar mediterráneo. Sabía exactamente lo que dirías,nunca me equivoco, soy un " hombre de hielo".

sábado, 24 de abril de 2010

S/T

Ligera improvisación


...


Invades mis ideas de la manera más tensa, hay muchas cosas que jamás lograré explicarme, simplemente porque nacen en la búsqueda de aliar mis sentimientos con mis desviaciones y es ahí donde cabe toda la ciencia humana, por tranquilizar mis pensamientos ardidos a medianoche, por doblegar una insistente ansia que podría atravesar del pedúnculo al centro, pero insiste en rodear la naranja vuelta a vuelta de cáscara a gajo. Pero sigues siendo el blanco de mis cuestionamientos, ardes en mis sentimientos como un rito romaní, nada traes más que tu ausencia, la pregunta obsesiva acerca de a quién le sirves de compañía, cómo calientas otro lecho, mientras aquí te espero en suspensión, el universo gira y continúa girando, los perros aúllan por mostrarse presentes en una vida perecedera que nos ahoga en conjunto, muy abajo del cielo en una pequeña cápsula perdida en alguna estrella anónima para el infinito. Mañana es demasiado tarde, hoy aquí los deseos me desfiguran, arañan mis entrañas dulcemente con notas violentas por donde una mujer cruza de espaldas. Nunca podré entenderte y mi ruina radica exactamente en intentarlo con insistencia como plato de fondo de mis divagaciones convulsas, en las mujeres todo es juego rococó, aretes y uñas pintadas, esa especie de fetichismo me resulta más enredado que un nudo gordiano, jamás podré entenderlo, pero nuevamente me vuelco sobre mis sentimientos nocturnos, como un azotacalles que cruza la ciudad dormida al son de hálitos fluyentes. No pude dormir anoche tampoco, quise terminar la canción inconclusa que me cuelga por un lado como si fuera capaz de resumirte y contarme acerca de una bella historia de amor impersonal que existe solamente para señalar nuestra versión degenerada como un juego cruel de pasiones encontradas entre prejuicios y deseos insatisfechos, me pregunto en cuantas palabras o pensamientos puedes resumir mi existencia para tu vida, si es que a veces aún puedes recordarme cuando tropiezas con un poema, o algún pensamiento sincero. Yo atrás de esta historia me siento como un árbol sin plaza, sin niños, ni siquiera frutos, una vez más. Tu dirás que eres absolutamente insensibles y que le tienes fobia al drama o simplemente te enrollas en una calma turbia, y a todo esto, no has visto aún nuestro desentendimiento total acerca de un sentido, las palabras que dijimos todas se las llevó el viento lejos de donde fueron instrumento de amor, muy lejos con sus maneras para morir derrotadas por la distancia aquella noche. La línea desde hace mucho tiempo fue trazada, como intercambio de libertades, los ejércitos partieron a la luchas con vanguardias fieras y atabales, la sangre derramada es el estigma que marca una frente inocente; ahora somos solamente dos extraños que se observaban entre fragmentos de una desvirtuada sustancia, todo lo increado cogió sus propias alas cuando se hizo perverso el distanciamiento, pero incluso me parece oírte en el silencio lanzando invectivas, palabras inconclusas por sílabas. Preferiría que fueras una mancha sobre mi vida, así al menos podría tenerte en consideración y no sentiría que traiciono un pacto conmigo mismo, supongo que de esto se trato la mayoría del tiempo, de encontrarme a mi mismo a través de tu figura, al menos es lo que tranquiliza mi conciencia, el nuevo régimen siempre desacredita al anterior, decía Maquiavelo

miércoles, 21 de abril de 2010

Proceso poético

La acentuada veleidad con que las ideas se mencionan no es del todo adecuada para agruparlas en constructos significativos que hagan al menos entrever lo que sencillamente es un sonoro desorden en una noche de pretensiones poéticas, es más o menos lo que entendemos por talento separado fervientemente de la inspiración, una suerte de habilidad omnipresente para versificar esquemas bastos cuando no se cuenta con el favor de una musa o dicho de manera sencilla, cuando no se tiene nada que decir y sin embargo se logra escribir un trabajo agradable y sensato. Existe, o se desarrolla con mucha práctica, la voluntad para curvar la palabra muerta, aquel impoder que acusaba Antonin Artaud que atrapa los psicotrones en polímeros compactos y del todo abstractos haciendo imposible encontrar el hilo destejedor, que en este caso representa la primera línea escrita con resolución que derive en un desborde explosivo de ideas a la velocidad con la que la pluma se desliza devorando párrafos y párrafos. Pero definitivamente no es lo mismo estar radiantemente inspirado y
escribir como un simple ejercicio poético, pues en el primer caso llegas frente a la hoja con una especie de tenesmo confesional en el cual los acontecimientos toman en una cadena reactiva, entonces te sientas a escribir casi sin reconocerte, escapando con mucha destreza de los lugares comunes desarrollados en tu propia voz poética como moldes tendenciosos hacia donde derivan tus versos al quedarse cortas las ideas, pues estas muy por encima de tu capacidad frecuente y al terminar quedas por demás satisfecho cual si hubieras traducido una revelación desde su idioma increado hacia el resto sensible. Escribir como ejercicio poético constituye una labro mucho más paciente, ir poco a poco ordenando tus ideas, así va naciendo un escrito, a mi parecer, guiado por una consciencia estética y pragmática demasiado aplicada, reconociendo en el moldes poéticos influyentes e insistencias en posturas que se repiten en nuestro repertorio poético, figuras retóricas, tópicos, en fin: un escrito carente de la personalidad artística que deseamos perpetuar.
Irónicamente los poemas de ejercicio son la mayor parte de nuestra obra, aunque a mi entender son los que escribimos con más conciencia del objetivo al que queremos llegar, uno poco de deleite sensorial, un poco de pathos, unos cuantos conocimientos arquetípicos de Jung para definir la realidad distopica, una pizca de obscenidad, así como un cocinero va agregando ingredientes, de la misma manera, y si se posee mucho talento incluso puede alcanzarse cierta flexibilidad, lo que podría dejarlo en consideración de antología.
Insisto, si se cuenta con mucho talento y conciencia crítica el resultado de dicho proceso creativo derivará en un poema notable, es aquí donde la práctica entra a tallar. Un poeta, al igual que un escritor debe acostumbrarse a escribir diariamente, manteniendo una regularidad considerable para que al momento en que se encuentre inspirado pueda manejar toda esa energía creativa con un ritmo desarrollado que le permita conservar la inspiración y no cortarla forzando un rumbo errado como sucede en los escritores que no cuentan con la práctica debida. Existe además muchas técnicas, tanto aprendidas, como desarrolladas por cada poeta para escribir de manera correcta; una de ellas consiste por ejemplo en no limitarse a un lenguaje impuesto como desarrollo de personalidad, pues este a menudo resulta quedando estrecho, sino que solamente hay que dejarse llevar por la libertad de las ideas, aceptando lo antiguo junto a lo inestimablemente novedoso, encontrando los ritmos onomatopéyicos de las relaciones inconscientes semióticas , conjugando con ello una fluidez ejemplar además de una sensibilidad por sílaba, no por idea. Otra manera de escribir es dejando que las ideas lleguen de primera mano sin intentar completar esquemas métricos promedios, de esa forma es que cada idea encuentra su propio ritmo sintáctico y termina exactamente donde la idea encuentra solidez, el primer pensamiento es el mejor pensamiento en cuanto a tiende a la intuición verdadera y no diseca aproximándose al Logos. No hay que detenerse a pensar, es la manera en que la magia se pierde en el proceso creativo, al que le encuentro mucha semejanza con el estado de vacío Zen, pues al encararse con una hoja sin ninguna idea preconcebida en la cabeza solamente hay que tener fe en que se podrá escribir un texto satisfactorio.

Espíritu

Avecínate luz de mi alma, coge el rectángulo amado
en que se transita a breve paso el tiempo floreciente,
no hables más de la cuenta, sé como la cuneta del vampiro
en la cual abraza un sueño delicado que despierta cuando
el día termina, es cuando comienza y la sed describirá otra
historia en la manera en que se sacia en un dulce nudo nocturno.
Cada ventana desperdigada por el mundo para posar
en ella ocasionalmente la lejanía de edades memorables,
un trago engorroso e interno; perfume de tardes.
Fruto inmarcesible que las decisiones acertadas y esfuerzos
cotidianos enrojecen, imprimiendo en él la música clara
y significativa. Se mi orgullo, mi única y próspera cosecha y cantata
y cuando las fuerza me falten e inmóvil me halle tras mis agonías
finales han de preciarme por tu suplido amistoso.
Qué más puede desear un hombre en vida que no lo conduzca por
desatino a innumerables trampas o lo empequeñezca más aún
de lo que ya lo es. Una casa en la que guardar mi virtud encontrada,
junto a otros tesoros inestimables, prodigadores de cariño.

Un sueño dentro de un sueño

Mi tristeza inventa otro corazón solamente para apuñalarlo a punzadas
y saber que no voy a morir, que me place encontrarme donde me
pierdo, sabiendo amar la herida a ciegas, hasta sus relieves más bajos.
Alguna vez quise arrojarle fuego, con una manguera, a multitudes,
podría referirse a mi sexo ante la sociedad, alguien me dice
en mi cabeza, eres demasiado despistado: me puedo ver de niño
intentando dibujar formas geométricas imposibles de un trazo,
como si fuera una misión puntual crear medios favorables que
facilitaran lo complicado, sin importar el tránsito donde agonizan
los hombres en el tiempo, bajo cáusticas tormentas de arena. Mi victoria
sobre mi carácter evasivo radica en ser un buen ejemplo, y a esos
niños que abren alegremente los ojos sonrientes, mostrarles mi corazón
vuelto una paloma y lanzarla al cielo para que vuele hasta las nubes
y atraiga más palomas como ella, miles de palomas blancas,
para todos los niños. Porque la imagen de Dios es fija, como su misión,
podría resumirse en una sola palabra de un idioma increado, que
exactamente recordaré cuando me coseche tras mis últimos ronquidos.
Despierta, despierta, de este sueño, me dice aquella voz, la realidad
no es más que un sueño de partículas sub-elementales en agrupación,
cuando muera recuperaré la energía de mis actos y mis reacciones, de
cada poema que escribí, la mínima alteración ante el orden continuo
y podré existir como un cuerpo energético, volando sobre el mundo
con su dinámica ruidosa, solamente los corazones inocentes podrán
verme al atardecer junto a los demás espíritus volátiles.
Me despego de la colcha, salgo a al ventana en busca de un viento largo,
hoy es el último día de plazo, junto facturas y citaciones del juzgado,
espero que entre las fachas del mercado negro y el tránsito encontrar algo,
sea paloma mensajero que alguien le pego un puntapié o el embotellamiento
a las siete y cuarentainueve, el mundo goloso aún no se termina, pero
esta epopeya desordenada continúa, así que paso toda la tarde pegando
recortes, esas calles con las que uno llena su existencia de forma particular.
Mis sueños a los cinco años de hacerle las tintas a un gran estudio,
aquella primera canción desfachatada que escribí cuando me dejaron
por primera vez, mis veranos leyendo en el techo libros amarillentos,
Una noche … dijo: “en esta piedra arrojaré mi existencia” “muy bien
dicho hermano”, la luna sonreía con malicia, y arrojamos dos guijos
a no mucha distancia, su rastro se perdió en las aguas oscuras, su
armónica en el viento marino sonaba como un trigo azul.
termino mi folder y unas lágrimas caen sobre la tapa deshaciéndose.
Voy a ver al editor y le digo, aquí esta el trabajo, lo terminé a tiempo.
y como la voz premonitoria él me dice: “Mr Benavente usted ser
muy despistado, estos no son los borradores que me había mostrado”
Recibo de su mano cuanto esté dispuesto a pagarme, que apenas
me alcanza para comprarle flores a … y una botella de bourbon,
… es idéntica a… sólo que nació en Teherán y como ella tiene manos
pequeñas, “son hermosas” “ pensé que nunca hacíamos nada juntos”
hacemos el amor locamente, luego bebo en la silla con el pantalón
y la correa desabrochada, recuerdo mis antiguas miserias y lloro

Se me ha perdido la tristeza


Se me ha perdido la tristeza, mi tristeza laboral,
cuando la tuve no supe usarla,
y hoy me hace falta un verso nuevamente
 era mi costumbre hacerla cantar
mi diferencia con los demás
Vivo sin resultado en sentir
Si nunca vuelvo a escribir igual me enviarán al asilo

tendre que adherirme, no hay partes quebradas
en su interior seguire a mi generacion
acaso mi servicio terminó 
recuerdo las noches de poesía hasta entonces 
noches de incordura
puedes sentirte complacido
como te deshace el corazón,

pensando que sincera es.
la calma siempre me ha parecido aburrida
como una mucama te arropa
y en su sabañon te acuesta a dormir 
egoísta es quien yace cuando otros quieren divertirse.
el funcionario pajaril por excelencia

desea su soneto a tiempo
el poema también forma parte del mundo en cadena.
 pesimista de mi sospeche que este momento llegaría
Los angeles me han jugado una broma esta vez
tristeza de mi vida descansa en paz


no quiero pensar he dicho al señor

Sinceramente pienso que debo acostumbrarme a los comandos


es el momento puedo sentirlo alguien abrió una guitarra
una y otra vez, que tonto he sido, y para que para obtener un mal poema; pues todo lo hice en nombre de la poesía.




se quieren reconocer en mi, sobre todo quienes me estiman



 Arriba arriba arriba arriba arriba arriba arriba arriba arriba arriba arriba ... un ángel juega al hockey elemental

sábado, 17 de abril de 2010

Botellas

Yo quisiera hacer un libro que altere a los hombres (…) Antonin Artaud


Ah si mi libertad pudiera llevarse a cabo fuera de esta sociedad imperialista
donde el oro hace el don, donde la patria se nos presenta como
la tierra de las bagatelas y el espíritu ingobernable de la arena
rechaza el arte mayor
los arreglos florales o los jardines no tienen el aroma suficiente
para conquistar al mundo moderno


o pensar en hostales donde los cuerpos se devoran tras ventanas
en llamas y ocurren los más crudos descuartizamientos con herramientas
de la Santa Inquisición. Es la manera más saludable de figurarse el “Jardín
de las Delicias” bajo la experiencia de la conciencia-desarrollada
extenuada por luchar contra sus conflictos vitales; cuando las alamedas y
bulevares no asemejan a otra cosa que a desiertos de concreto
desmayando en la saliva. Por gracia de un intercambio conceptual
los impulsos vitales son los impulsos fatales, pero ante tanto
encarcelamiento inevitable y aborrecido, la cornisa de la muerte es tan
necesaria como su descenso progresivo hacia nuestra definitiva defunción;
por eso, allá a lo lejos los cementerios guardan una siniestra calidez de hogar.
Me encuentro desnudo, sentado en un círculo de hielo que no es otra
cosa que el ojo del yang, alrededor las aguas negras se extienden,
tan móviles y abstractas como un piélago donde no se avista el
emplazamiento y solamente despierta la extemporánea concepción de
localización. Sin embargo hay objetos familiares flotando alrededor,
parece nunca terminar de hundirse, televisores viejos, porta-retratos,
¿ dónde diablos se supone que deba construir un puente y con qué
especie mineral o especial estructura? La realidad abre sus alas hechas
con espejos para despertar a la fantasía en aberraciones ilusorias,
pero en el inconsciente, muy abajo, en los yacimientos palidecen
informidades, más abajo incluso de la inter-subjetividad semiótica,
reman en galeras pantanosas como las paletas abigarradas de Miró,
o emergen con la fuerza de dirigible o pez volador. Mis caracteres
genéticos en su ovillos protéico resaltan por especificación la marcada
diferenciación que reclama mi conciencia despierta, tanto porque no me
identifico con los andrógenos somatotónicos y porque mi inteligencia
musical requiere de mayores universos sonoros, así como la obra depende
del artífice,
Yo solamente requiero una balsa arrastrada por el alcohol a la cascada.
El fin de los tiempos se acerca, arriba los corazones, aunque seamos
desprivilegiados por nuestra época, sin trabajo nos sentaremos a rascarnos
los granos y entonces habrá una plena libertad interestelar, y habrá
tal grado de aburguesamiento que hasta podrán valorarme o quererme

viernes, 16 de abril de 2010

Bueno ya no me meto en la política para que no tiren una bomba en mi casa. Los últimos dos o tal vez tres años los he pasado escribiendo cada semana, a veces cada día, tratando de escribir el mejor poema de mi vida cada vez. Me siento agotado, en parte decepcionado de mi capacidad. Nunca pude lidiar con mis inseguridades y menos en época de tensión. ¿Ustedes se tomarían un sabático?


El último mito



Ante mis ojos en llamas el reconocimiento de la vieja Tragedia griega,
la delgada película arde con mis pensamientos en vilo, en Lemos los floridos
acantilados favorecen el parentesco por el cual la epítasis punza el destino;
círculos armónicos deshojan la vida mientras sollozo esta complejidad existencial,
mis lágrimas imitan a los acompasados olivos, comparten sus delgados tallos.
Yo dormí sobre un tablero de damas chinas, sobre algo podrido y subterráneo,
supongo que se trataba de un pájaro o mi propio temperamento endeble
parecido a la majestad de Dios. Me resistí al idioma de la invectivas, acusado por
mis mantos minerales, y ahora mírenme; me resistí al idioma de las garantías
esperanzadas cuyas palabras nos alquilan la vida, what the hell is the one
invaluable essence. A veces fui tomado por algún sabio inesperado y necesario,
aunque tras mi disposiciones empuñaba cierta gomosidad informe.
Culpas, inseguridades, ambiciones y preocupaciones, me parecía diluirme sin más.
Leía a Milton sobre los cielos deshabitados y en mis propias manos cerradas a
profundas mediaciones esenciales; mi verdad es acaso la verdad en constante

cuestionamiento como si existiera un tendedero propicio donde la humanidad
cuelga sus ropas limpias. Y si así fuera la relatividad no arrastraría estas palabras.
Noches color botella y cigarrillos con olor a noche larga, ay de mi suerte, por cuan
poco he traicionado mi sencillez para copular con indecibles perfeccionamientos,
tan lascivo como el corso montés. Por la orilla un mito, bastardo de la historia,

presta su fisonomía impecable a interpretaciones promiscuas.
Mi tiempo caduca, yo doblo la apuesta.

lunes, 12 de abril de 2010

Manifiesto

Me dormido innumerables veces, el mundo afuera albergaba para mi una confusión tan ajena como incongruente y de no haber sido por los preconocimientos necesarios para realizar trabajos complejos que al fin y al cabo terminan reducidos al mismo abstracto valor jamás me hubiera dignado a sostener un libro hasta quedarme dormido con este sobre la cara.
Las guerras de los hombres me resultaban someros espectáculos por alcanzar la mejor tajada del poder, es más o menos lo que los políticos entienden por compromiso, pero estos demagogos tiene una gran capacidad para movilizar a las masas, después de todo siempre hace falta algo, sí deseamos justicia, cuando nuestras vidas son totalmente transgresoras, cada uno puede analizarse por sí mismo y arrojar la primera piedra ¿ qué es lo que entienden por justicia? y creen que merecen la justicia que por cierto solamente cubriría sus bienes muebles. Hace mucho tiempo cuando buscaba soluciones por el fracaso marxista ante el socialismo alemán de escuela y el fabianismo ingles (porque siempre es mejor pensar en soluciones que en problemáticas), se me ocurrió que podría plantearse un sistema neocooperativista para favorecer a la cuarta clase, esto requeriría de créditos bancarios concedidos a los sindicatos quienes obtendrían asesoría especializada para poder fundar sus propias empresas cuyos puntos de producción están dirigidos hacia productos de primera necesidad. De contar con un buen sistema libre de corrupción y del todo utópico como suele mostrarse teóricamente, ya que los tiburones nadan en la praxis, podría resultar, los bancos necesariamente reducirían la tasa de interés bancaria por lo menos hasta que dichas empresas puedan sostenerse, esto sería en un plazo razonable y tras este plazo obtendrían mayores intereses, para velar por el crecimiento de estas cooperativas. Luego pensé que un capital incipiente dividido entre tantas manos y tan susceptible no podría nunca competir contra la industria capitalista a la que le basta reducir la capacidad productiva del trabajo para obtener un menor valor de cambio y ni decir de sus sistemas de producción, me frustraba, simplemente porque los sistemas económicos dependen de la época histórica y en cuanto la época histórica cambia el régimen colapsa y un nuevo sistema económico político se deriva. Lo mismo sucedía con mi rol de cuidadano, estaba seguro que el siendo sido donde me encontraba no obedecía a ninguna relación inhumana por la cual debía afanarme, que la existencia había brotado de un azar caótico que inútilmente los hombres de ciencia se afanaban por ordenar convenientemente y pensando en su prosperidad, mi ser exento de cualquier agregado cualitativo no era más que la posibilidad, o la factibilidad de suceder, que mi identidad y aspecto se debían a una terrible y minuciosa fragmentación que dependía de inumerables factores como: etnia, nacionalidad, sexo, idioma, condición física, en fin, condición económica, época, y otros muchos factores más que determinan la identidad, no necesariamente en ese orden. Pero cada factor era absolutamente necesario, para nacer necesariamente requería una madre, un lugar donde ocurriera mi nacimiento, tanto Perú como Bandar seri Begawan, para resumir hacia dónde se dirige mi pensamiento, siempre pude verme substraído de mi contexto, mi mente hebefrénica no podía más que percibir el mundo por pedazos y de ahí nace mi principal interés por las impresiones sensibles, monje de los campos cubierto por enredaderas y bayas, es así como siempre me he visto. Hay tanto que tengo por decir, pero por ahora iré al punto principal, hace un tiempo recibí una revelación, cuando pensaba en la dialéctica de la humildad, me resultaba interesante que el carácter ataraxico de los epicuros, platónicos, pitagóricos y peripatéticos fuera paralelamente igual de ascético que el de los clérigos, sin embargo los griegos entre las virtudes del alma no distiguen la humildad sino la templanza, la justicia, la prudencia y el valos, entonces pude deducir que la dialéctica de la humildad es tradicionalmente religiosa, estuve leyendo a los escolásticos para entender cuál era el tan ansiado significado de humildad , puesto que no podía ser el mismo que el de sumisión, sencillez o afabilidad, así encontré en los textos catequísticos de Santo Tomás que según el primer capítulo de proverbios la humildad es la virtud que poseen un hombre de reconocerse incapaz de saberlo todo. Contrario al antiguo concepto de humilitas-humus que manejaba.
Hace un tiempo estuve inflado, un día leyendo los mapas mentales de los Shulguin pude advertir que presentaba la semiología de quienes, presa de su arrogancia, creen ser lo suficientemente sabios, aquella megalomanía me impulsaba a leer obsesivamente, sin embargo estaba muy lejos del conocimiento absoluto y mucho más lejos del conocimiento trascendental. Para empezar, a finales del siglo diecinueve Henry Poincaré advirtió el problema de los tres cuerpos, lo que fue un duro golpe para la seguridad vocinglera con la que siempre se pronunciara la ciencia. Kant en la crítica de la razón pura afirma la necesidad y universalidad del conocimiento puesto que jamás se podrían crear leyes a partir de contingencias, es por eso que las ciencias exactas son todas apriorísticas. Es por esta razón que ni siquiera el más grande erudito podría saberlo todo, el cerebro humano es una máquina reductora según Aldous Huxley, lo que me parece un calificativo demasiado injusto (teniendo en cuenta que ni siquiera es su función principal) pues aborda solamente un filón subjetivo, pero es cierto que mucha de la información de la que tenemos conciencia escapa a nuestro canal psíquico y ahora sucede con mucha más facilidad por el exceso de información que trae consigo la mundialización, donde una información se superpone a otra con mucha más velocidad, aún si se confía en una mayor insight. En fin, nuestro cerebro no esta ni de lejos capacitado para saberlo todo. Pero entonces ¿qué entendemos cuando oímos decir que alguien es sabio? ¿acaso pensamos en un erudito ultrametafísico capaz de decirnos el nombre de nuestra mascota? Obviamente no, según mi razonamiento un sabio es un sujeto que posee todas las virtudes humanas obtenidas de los resplandores de cada acontecimiento, en la tradición de cada religión un sabio, sea rabi, nabi, lama, en fin, demon, deva, gurú, es también un sujeto realizado espiritualmente cuya principal característica consiste en guiar a las personas hacia el camino de la salvación. Ahora me pregunto, qué es lo que entendemos por espíritu, ¿es acaso lo mismo que el alma? Pues no, el espíritu la región abstracta del alma que contiene las virtudes. Los adoradores de Baal arrojaban recién nacidos a su hoguera, pues creían que un hombre nace sin alma, y que el alma se forja a partir del dolor. Una concepción muy cercana a la mía que dista en aquel gran error dialéctico: todo hombre nace con alma, pero sin espíritu. ¿Y cómo se forja este espíritu? a partir de las decisiones, tribulaciones, pesares, dolores, luchas, fortaleza, caídas y puestas de pie, angustias, alegrías, y demás acontecimientos que nos reserva la vida diariamente y que desarrollan las virtudes de nuestra alma; el espíritu. Rxisten personas muy correctas, decía Miller, ellos viven según la sociedad establecida, nunca dan un salto a ciegas dentro de sí, estas personas alcanzan cierto éxito, sin embargo no son capaces de ofrecernos nuevos catálogos espirituales, esto no tiene que ver en absoluto con entregarse a la vida licenciosa, porque existen quienes presa del lado concupiscible de su alma van buscando un visto bueno para delinquir, esto esta dirigido a aquellos que alguna vez tomaron una decisión errada, o fueron cobardes y se dejaron arrastrar por los pesares, aquellos que sufren por culpa de los dolores, aquellos que creen no poseer nada. Es que aún no han visto el verdadero camino, algunos aún teniendo experiencias extrasensoriales no consiguen comunicarse con su esencia, que es conciencia. Hace unos días Dios me mostró el camino y yo lo compartiré con ustedes, cada día, con las preocupaciones y luchas que trae, es una nueva oportunidad para desarrollar nuestro espíritu, cuando logren ver la vida de esa manera entonces dejarán de sufrir muy pronto y el espíritu de Dios rebalsará en sus corazones.


Discúlpenme por la brevedad, hoy no me siento lo suficientemente lúcido, pero prometo reescribir, especificar, borrar los puntos que no atañen y añadir los puntos que escapan a este manifiesto.

Todo hombre es la materia bruta de un ángel

domingo, 11 de abril de 2010

Vuelve

Me sigo volviendo loco, pensando en una antigua amiga, con el permiso de mis hermanitas.


Tú más que nadie sabes que la existencia se desboca por sus viejos remaches y que bajo sus caudales turbios nos sentamos a burbujear, nada de llamar al fontanero, nada de montar en autocríticas, solamente sentarse sobre el suelo cruzados de piernas, como buddhas marchitos. Aquel teléfono platónico cuya sonaja hiciera andar el interés, tapiado en un rincón, la angustia prospera ahora, suelta a sus paseos, ahora que no estas más como un punto energético que a lo lejos humedece mi alma, si existiera un agua nebulosa violeta y guinda cuya caída rompiera los tímpanos, podría entender qué son esas premoniciones que ahorcan mis pensamientos, un Dios inmenso hecho de nubes por la tarde podría figurarse del arrebol, tan grande y vigoroso, como para recordarnos que un día ha de cosecharnos, pepino holandes o mandrágora, y al vernos poco abra que decir, porque su olor a salon ilustre es lo más cercano a la experiencia plotinica. Recuerdas que hace unos años conversábamos sobre estas situaciones y yo contaba con mis dedos los motivos, tus palabras abrían las ventanas y el gas venenoso corría hacia el horizonte.
Me habitué a esperarte, me dabas fuerzas de alguna manera conveniente, sufrí cuando te alejaste, por primera vez me parecía haber encontrado mi casa en la montaña, tú solamente cumplías con tu destino, pero entre las teclas canciones deambulaban día y noche, día y noche, sin saber en dónde estarme me quemaba las manos. Podría haberte hecho inmensamente feliz, podría haberte dado más de lo que podías ver en mí, y lo digo de esta manera porque de esta manera se entienden nuestras almas, ya demostró no tener límites nuestro afan por estar cerca, construímos una línea telepática, tú olvidaste nuestras promesas, el destino terminó por alejarnos, alejarnos cada vez, yo saltaba edifícios en fuga, todo tipo de obstáculos en fuga, remaba contra la corriente: debí haber entendido desde el principio que ya había terminado nuestra extraña asociación. Pero ahora que lo pienso detenidamente, me parece que nuestra misión en el otro ha terminado, es lo que dirías, pienso en aquella mañana tropical donde los ángeles sonríen. Busqué a otras, dos o tres veces y hasta ahora lo hago por si he tenido mala suerte, al fin y al cabo ¿sería injusto recuperarte aunque sea un poco en otra persona ahora que estas sepultada por empastes dolorosos? Dije que te odiaba, mentí, debía terminar con tu fantasma, no soy una especie de monje de exilio ni nada parecido, pero lo tomaste a mal, me odiaste mientras cortabas el pollo, pétalo por pétalo, y en necesidad de crear una guerra. Ahora te observo todo el tiempo, como antes me observabas. Una serpiente gigantesca llena de aletas nada en el cielo como en oro líquido, te arrojas con esos brazos fuertes sobre tu amante, angeles rubias ocupan mi panorama y no me dejan hablarte.

miércoles, 7 de abril de 2010

Poetizar

El proceso es similar a quitarle la semilla a una ciruela o deshuesar una manzana, hasta cierto punto hay algo de sadismo al hacerlo, coger con las manos tus penas crudas que aún palpitan,
como una especie de arúspice y leer cuidadosamente en ellas los designios poéticos, es donde la conexión juega su papel más importante, a veces se te caen hasta las lágrimas, sintiendo con cuánta fidelidad te arrancas tus tristezas para lanzarte contra una hoja, mientras el bolígrafo se desboca, el corazón también se desboca, punzando la sensibilidad humana.También es como una suerte de venganza, rebelarse contra su melancolía y dinamitarse junto a ella, vencerla en su forma más susceptible, para que todos puedan apreciarla desnuda como una Lady Godiva por ese bosque sensible. Es precisamente lo que significa trabajar con tus emociones, compenetrarte tanto con ellas, vivir dentro del lenguaje de una manera particular y sentida sobre todo. Eso es exactamente lo que me preocupo por hacer, disolver mi corazón bajo el sentimiento de turno y abalanzarme sobre él para beberlo de golpe como el trago de la próxima noche, así es como escribo, me confundo con mis emociones hasta sentirme una palabra, una palabra inexistente que intenta definirse a través de muchas palabras en una sistema ordenado, una palabra tan racional que no obstante arrastra mareas enloquecidas, de ahí nace esa relación extraña entre las emociones, que no obedecen a ninguna lógica, sino que sufren su vulnerabilidad y debilidad, y el poema donde se justifican estas emociones veleidosas, sometiéndose a todo tipo de juegos armónicos y estéticos. Así que en cuanto una pena llame a tu corazón a golpazos, mírala fijamente a los ojos, hasta encontrarte dentro de ella, aborda una frase abierta y ,ambos, melancolía y poeta, han de disgregarse en palabras, como si se tratase de briznas de húmeda hierba.

lunes, 5 de abril de 2010

Reinos de la mente

Paisaje primero

El miedo a hundirse aparece cuando la mente realza los detalles de la escenificación, el leve zarandeo, los tumbos del agua, la brisa,
los graznidos triples en la hondura, el efervescente siseo de la ola y el splash;
por aquella agua movedizo nadan peces monstruosos, haces

del sol causan coloracion rala en las olas.

Paisaje segundo

Cómo transcurre la mañana en la dulce indiferencia del bosque
aunque siempre sea consideración su estado climatológico, 

verdes hojas,frutos en bien,
 mientras los hombres se congregan a la recia labor
en el bosque con almibar la mariposa va a la acacia
sabe la verde hoja que un beso sería una flor amarilla
rueda el sol ardoroso como fuego atizonado por azadon del estío
la belladona crece en la senda del zorro.

Uno cree estar completo...

Me estoy volviendo loco :S pero se siente bien




Uno cree ser libre siendo un hombre solitario, capaz de
cubrir con cierta experiencia sus necesidades,
hasta que aparece ella para devolverte tu libertad, entonces
te das cuenta que, contrariamente, todo este tiempo
fuiste esclavo de tu soledad. Qué ironía.
No consigo dormir, como si no supiera a qué se debe.
Por qué ella? Pienso que si se trataría de soñar un amor imposible
Podría pensar en cualquiera, ni siquiera conozco su nombre real.
Qué puedo hacer, no sé cómo actuar, nunca pude prever
una situación semejante, y desde afuera esto debe parecer
la más ingenua de las ilusiones que se me pudo ocurrir.
Sí, sé que ella ahora juega el nuevo juego que todos han
terminado por fundar; ha pasado tan poco tiempo y
yo me he inmiscuido tanto entre sus cabellos ondulados,
usualmente requiero más tiempo para declararme rendido.
Quiero tener su desnudez sobre mi cuerpo cada noche de mi vida,
ser su loco amante como lo soy en mis sueños.
Supongo que el tiempo me ha vuelto un sujeto aburrido y sedentario
que pasa sus días en el mismo lugar pensando y leyendo
compulsivamente, que una chica como ella desearía un chico
aventurero, eso que hace mucho dejé ir sobre mi edad mental.
Pero siento la urgencia de cambiar necesariamente, buscar
la estabilidad, forzar la epigénesis cuanto sea correcto.
Si mi propiedad fueran los vientos, sacudiría tempestades
para demostrarle mi amor; si fuera como un guerrero lacedemonio
conquistaría las estrellas para regalarle el firmamento entero;
sin embargo mi don es muchísimo más modesto y lo que puede
es hilvanar estas palabras para justificar mi insomnio.
No puedo dejar de pensar en ella, parece que tuviera pajarillos
en la cabeza repitiendo con insistencia su nombre,
imagino un beso suyo como tintura de ozono recorriendo mis
médulas mientras se rojea el horizonte hasta el infinito.
Ha empezado a llover justo ahora que te escondes, como si
no bastara con los designios que corren entre nosotros,
amantes inesperados. Si tan sólo pudieras entender que desde
hace mucho no tenía un sueño que me desvelase,
debe ser la nueva herida, la herida, la herida, harto de las
otras cicatrices tiznadas por largas noches de borrachera.
Todo inicio debe traer consigo un final, nosotros nos hallamos
en el desenvolvimiento con las manos abiertas, el final viene atrás,
podemos hacer dos cosas: esperar paciente mente a que
se acabe lo nuestro, luchando por retener el último momento
hasta hartarnos el uno del otro; o podemos al ritmo de nuestras
corazonadas reconocer el momento conveniente para despedirnos,
Una vez mi padre me dio este consejo, y es el único que recuerdo:
hay que abandonar la fiesta cuando aún desean nuestra compañía.
Pienso que el amor se trata de corazonadas, cuando dos personas
logran sincronizar sus corazonadas, con los mismo anhelos
y deseos de ser amados, ocurre el amor perfecto,
cuando ambos escapan buscando la misma libertad, cuando
ambos lloran en el mismo instante, cuando son los mejores
amantes del infinito. Te pienso, mientras toco la lluvia;
quién sabe como ha de terminar esta obsesión extraña.
Ya sé como empezará mi próximo poema.

viernes, 2 de abril de 2010

Poema inconcluso para olvidar

Falto de mayores argumentos:
...



Qué es lo que queda después de todo; una imágen
viciada que ya no presta la mirada a sueños confortables.
Enamorarse transcurre tan deprisa, cuán fácil se propaga el fuego
amatorio después que la primera chispa se embriaga
con su voracidad, cuan amplio es el cielo, las nubes, el mar.
Entonces sobre el deseo, inconclusos los cuerpos saben
amarse con instinto desenfrenado, el fuego combustiona
los instantes, arranca chispas como si los cuerpos fueran
de metal, la continuidad se fragmenta con un compas destilado,
motores rugiendo bajo el corazón de la noche, dulce y sordo.
Las pieles que quedan son memorias marchitas, magnetismos
vagos deambulando por los rincones aquellos,
una confidencia cruda que se hace parte del programático dolor.