lunes, 5 de abril de 2010

Reinos de la mente

Paisaje primero

El miedo a hundirse aparece cuando la mente realza los detalles de la escenificación, el leve zarandeo, los tumbos del agua, la brisa,
los graznidos triples en la hondura, el efervescente siseo de la ola y el splash;
por aquella agua movedizo nadan peces monstruosos, haces

del sol causan coloracion rala en las olas.

Paisaje segundo

Cómo transcurre la mañana en la dulce indiferencia del bosque
aunque siempre sea consideración su estado climatológico, 

verdes hojas,frutos en bien,
 mientras los hombres se congregan a la recia labor
en el bosque con almibar la mariposa va a la acacia
sabe la verde hoja que un beso sería una flor amarilla
rueda el sol ardoroso como fuego atizonado por azadon del estío
la belladona crece en la senda del zorro.

Uno cree estar completo...

Me estoy volviendo loco :S pero se siente bien




Uno cree ser libre siendo un hombre solitario, capaz de
cubrir con cierta experiencia sus necesidades,
hasta que aparece ella para devolverte tu libertad, entonces
te das cuenta que, contrariamente, todo este tiempo
fuiste esclavo de tu soledad. Qué ironía.
No consigo dormir, como si no supiera a qué se debe.
Por qué ella? Pienso que si se trataría de soñar un amor imposible
Podría pensar en cualquiera, ni siquiera conozco su nombre real.
Qué puedo hacer, no sé cómo actuar, nunca pude prever
una situación semejante, y desde afuera esto debe parecer
la más ingenua de las ilusiones que se me pudo ocurrir.
Sí, sé que ella ahora juega el nuevo juego que todos han
terminado por fundar; ha pasado tan poco tiempo y
yo me he inmiscuido tanto entre sus cabellos ondulados,
usualmente requiero más tiempo para declararme rendido.
Quiero tener su desnudez sobre mi cuerpo cada noche de mi vida,
ser su loco amante como lo soy en mis sueños.
Supongo que el tiempo me ha vuelto un sujeto aburrido y sedentario
que pasa sus días en el mismo lugar pensando y leyendo
compulsivamente, que una chica como ella desearía un chico
aventurero, eso que hace mucho dejé ir sobre mi edad mental.
Pero siento la urgencia de cambiar necesariamente, buscar
la estabilidad, forzar la epigénesis cuanto sea correcto.
Si mi propiedad fueran los vientos, sacudiría tempestades
para demostrarle mi amor; si fuera como un guerrero lacedemonio
conquistaría las estrellas para regalarle el firmamento entero;
sin embargo mi don es muchísimo más modesto y lo que puede
es hilvanar estas palabras para justificar mi insomnio.
No puedo dejar de pensar en ella, parece que tuviera pajarillos
en la cabeza repitiendo con insistencia su nombre,
imagino un beso suyo como tintura de ozono recorriendo mis
médulas mientras se rojea el horizonte hasta el infinito.
Ha empezado a llover justo ahora que te escondes, como si
no bastara con los designios que corren entre nosotros,
amantes inesperados. Si tan sólo pudieras entender que desde
hace mucho no tenía un sueño que me desvelase,
debe ser la nueva herida, la herida, la herida, harto de las
otras cicatrices tiznadas por largas noches de borrachera.
Todo inicio debe traer consigo un final, nosotros nos hallamos
en el desenvolvimiento con las manos abiertas, el final viene atrás,
podemos hacer dos cosas: esperar paciente mente a que
se acabe lo nuestro, luchando por retener el último momento
hasta hartarnos el uno del otro; o podemos al ritmo de nuestras
corazonadas reconocer el momento conveniente para despedirnos,
Una vez mi padre me dio este consejo, y es el único que recuerdo:
hay que abandonar la fiesta cuando aún desean nuestra compañía.
Pienso que el amor se trata de corazonadas, cuando dos personas
logran sincronizar sus corazonadas, con los mismo anhelos
y deseos de ser amados, ocurre el amor perfecto,
cuando ambos escapan buscando la misma libertad, cuando
ambos lloran en el mismo instante, cuando son los mejores
amantes del infinito. Te pienso, mientras toco la lluvia;
quién sabe como ha de terminar esta obsesión extraña.
Ya sé como empezará mi próximo poema.