martes, 5 de agosto de 2008

Lab

Una amplitud lacrimógena de tercer grado,
cuyas ondas contraídas a frecuencias concretas,
verticalmente, mi pulso agotado, pudo
extraer por encargos acontecibles y atroces,
sin más, bajo los espejos ilusorios antifísicos.
El ardiente sol sostenido en mí, nada determinaba,
sino desarmonías, una falsa profundidad
que, quebrándose al tacto sencillo, se desvanecía.


funciones que entre variables
desconocidas han urgado mi memoria sensible
sorbiendo tomaína más azul que el mismo cobalto.
He universo la insistencia y cuentagotas, gráficas

que tienden hacia el infinito negativo.

Por formulaciones ágiles, el azar sobre el caos traza,

recónditos segmentos donde la eficacia se perfila
a sustraerse a delinear formas representativas
donde el hombre halla la narración originaria.
Mis sensaiocnes al filo contrariado de premisas,
deproporciones abiertas a la cruda insatisfacción.