sábado, 24 de abril de 2010

S/T

Ligera improvisación


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Invades mis ideas de la manera más tensa, hay muchas cosas que jamás lograré explicarme, simplemente porque nacen en la búsqueda de aliar mis sentimientos con mis desviaciones y es ahí donde cabe toda la ciencia humana, por tranquilizar mis pensamientos ardidos a medianoche, por doblegar una insistente ansia que podría atravesar del pedúnculo al centro, pero insiste en rodear la naranja vuelta a vuelta de cáscara a gajo. Pero sigues siendo el blanco de mis cuestionamientos, ardes en mis sentimientos como un rito romaní, nada traes más que tu ausencia, la pregunta obsesiva acerca de a quién le sirves de compañía, cómo calientas otro lecho, mientras aquí te espero en suspensión, el universo gira y continúa girando, los perros aúllan por mostrarse presentes en una vida perecedera que nos ahoga en conjunto, muy abajo del cielo en una pequeña cápsula perdida en alguna estrella anónima para el infinito. Mañana es demasiado tarde, hoy aquí los deseos me desfiguran, arañan mis entrañas dulcemente con notas violentas por donde una mujer cruza de espaldas. Nunca podré entenderte y mi ruina radica exactamente en intentarlo con insistencia como plato de fondo de mis divagaciones convulsas, en las mujeres todo es juego rococó, aretes y uñas pintadas, esa especie de fetichismo me resulta más enredado que un nudo gordiano, jamás podré entenderlo, pero nuevamente me vuelco sobre mis sentimientos nocturnos, como un azotacalles que cruza la ciudad dormida al son de hálitos fluyentes. No pude dormir anoche tampoco, quise terminar la canción inconclusa que me cuelga por un lado como si fuera capaz de resumirte y contarme acerca de una bella historia de amor impersonal que existe solamente para señalar nuestra versión degenerada como un juego cruel de pasiones encontradas entre prejuicios y deseos insatisfechos, me pregunto en cuantas palabras o pensamientos puedes resumir mi existencia para tu vida, si es que a veces aún puedes recordarme cuando tropiezas con un poema, o algún pensamiento sincero. Yo atrás de esta historia me siento como un árbol sin plaza, sin niños, ni siquiera frutos, una vez más. Tu dirás que eres absolutamente insensibles y que le tienes fobia al drama o simplemente te enrollas en una calma turbia, y a todo esto, no has visto aún nuestro desentendimiento total acerca de un sentido, las palabras que dijimos todas se las llevó el viento lejos de donde fueron instrumento de amor, muy lejos con sus maneras para morir derrotadas por la distancia aquella noche. La línea desde hace mucho tiempo fue trazada, como intercambio de libertades, los ejércitos partieron a la luchas con vanguardias fieras y atabales, la sangre derramada es el estigma que marca una frente inocente; ahora somos solamente dos extraños que se observaban entre fragmentos de una desvirtuada sustancia, todo lo increado cogió sus propias alas cuando se hizo perverso el distanciamiento, pero incluso me parece oírte en el silencio lanzando invectivas, palabras inconclusas por sílabas. Preferiría que fueras una mancha sobre mi vida, así al menos podría tenerte en consideración y no sentiría que traiciono un pacto conmigo mismo, supongo que de esto se trato la mayoría del tiempo, de encontrarme a mi mismo a través de tu figura, al menos es lo que tranquiliza mi conciencia, el nuevo régimen siempre desacredita al anterior, decía Maquiavelo