martes, 3 de noviembre de 2009

...

H.......................................


… dime lo que piensas acariciando la flor moribunda de aquellas ilusiones libres, apresuradas una vez más; con honestidad he de admitir que la experiencia volvió a aligerarse justo cuando debía pesar.

Partir a último momento significa rescatar puñados de lo que se tenga a la mano.

Anoche escuché tu voz tardía rozar las vertientes del sonido, casi fantasmal y lejana…
pero, como antes, persuasiva; digo tardía por los reproches con que te marchaste la última vez, decidida a olvidarme-según dijiste a todas voces- y qué poco tuve en boca para transformar tu indeclinable necedad que apenas insinúa un ayer ya desgastado en juramentos vanos.

Sabes que olvidar ha dejado de parecer un riesgo para convertirse en la tarea de estos días que vuelan en el acercamiento hacia el corazón de los demás, cuando uno se descubre nacido para compartirse en el buen sentido de la palabra y la esperada ósmosis, tanto tiempo postergada por pequeños temores, por fin sucede.

Mas en mi felicidad repentina e inesperada pienso en tus pasos y ademanes, como antes pero de forma distinta.