jueves, 16 de septiembre de 2010

Ars poetica



Angustia estranguladora, atacas mi alma intranquila,
en la irrupción tuya, los focos, las estanterías,
tienen la llameante mudez de su connivencia
un bocado de fuego infernal enrojece tus ojos
y en ellos noto planes traicioneros que urden
Desdibujaron sus ringleras medio maltrechas,
subieron sobre colinas extranjeras sus inclinaciones
hasta la curvatura descubierta con verdadera desconfianza
¿ en cuántas estampas apareces presenciada,
dulce alma mía, vocación fascinadora sobrenatural,
córtame las viejas riendas esclavizantes a una huída,
(hazme nulidad viajera, ciencia factible a la sangre)
cuando aparece la extraordinaria descompostura rampante?
clara virtud arcana otorgada, me haces bello partícipe;
crepúsculo color espalda de adolescente desvirgada,
suma exaltación encendida en placeres manifiestos,
cortada realización enredada sobre tus partes irresistibles
en decadentes distorsiones refractadas al delirio.
Como presta el ave peregrina generosa, en ofrecimiento adecuado
a perfectas fantasías otorgadas, sensuales, por
una rojedad color rubí, incitando a la imaginación deleitosa,
así también presta el ave memorial su jeroglífico
que es similar a un glifo caviloso advertido lascivamente.
Cuerpo psicótico revestido en cráneos y úteros cenicientos.
Volvieronse túrgidos asuntos al tacto precipitado,
hallando verdaderas manifestaciones de amor musicalizado
en fluyentes sentimientos sobre azures embriagadores.
Reproduce pasos huellando el viento gravitable por melancólico
sacudirá su objeto audible el soplo atrayente prestado,
como se presta el estrecho mirar desafiante al último
referente en tu errante camino abocado a descubrimientos significativos
como la araña jardinera teje laboriosa a su necesidad incontenible,
con instinto asesino, una telaraña efectiva y aún presta
a una mayor complejidad técnica dedicada directamente
al sacrificio cruento en un ritual complaciente a su naturaleza.

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