jueves, 2 de diciembre de 2010

Nuestros días

Tus ojos son dos tibios gorrioncitos
captando encantadoramente el verdín de la alameda
tu voz es una galleta con crema 
que desaparecerá de improviso.
Tu ley es la retama de poder ancestral,
con sangre y óleo, tez sedienta de placer
y fuerza al asir mis documentos, un desierto
sumado a un cielo dónde estrechar la sombrilla
la fantasia corduroy de tu gruñido; cae en un himno roto
Despierto seco bajo la lluvia ,secado en el horno palustre della excomunión 
dame tu tímida cercanía, la paloma deseosa de anhelo, dame el perdón mecido en tu ceja, con tus arboles tatuados de voluntad, te toco y siento la radio della mañana
sube por mis dedos una lluvia de ocasiones multicolores
tu voz, fuertemente peinando mi aliento
la noche negra haciéndose audible en ondas de zozobra, como un regalo precioso en la tienda de santa, me acercarias al desquicio, si no tuvieras los pies en el abismo, si no captaras la mala onda del ambiente emponzoñado.
Ni con la paciencia ardorosa de las orquideas,
me convertiria en helado de yogur derretido para besarte
seduccion, suavidad, tan bien relacionadas,
que es imposible dar marcha atras
Ves, estoy aquí, tanto como ayer, te
concedo más tiempo hoy, mañana tal vez,
mírame y recogeré el instantáneo temblor
de tus pestañas; tal como lo dijeron las flores
durante el largo otoño, volviste tan veloz
que la muerte cayó por las escaleras
y las peliculas sangrientas volvieronse la primavera
manchado esta el cielo de objeciones. 
Visibilidad instantanea
entre nosotros, haría brotar la luz, el candor,
el aprendizaje mío es como un prodigioso flautista,
Tu volver una acostumbrada inspiracion,
la verdad entre nosotros no tiene fin ni edad
hoy amo la vida hasta su regusto amargo,
,Un beso tuyo disuelve la tiniebla mas oscura
Tu misión es despertarme enamorado,
mi misión es escribirte poesías de amor,
como devolviéndonos la sangre a las madrugadas,
amarrame a tus labios, no dejes que me vaya
sin haberte dado la vida, mi vida, que aún
me llena para ofrecerte un millón de besos.
Sabría a eternidad otra noche tuya,
sabría a eternidad otra noche tuya.