lunes, 18 de abril de 2016

Ocaso




Llega la tarde por fin a su término
lo que sigue es una incertidumbre en el cielo
grandes nubarrones empiezan
a movilizarse con el paso semejante 
a gigantes criaturas extintas

Los caminos de pueblo están abiertos
al viaje. y en los jardines solariegos
compañías de pájaros se solazan

Húmedos trinos escapan de sus picos
como florecillas mañaneras
en su jugueteo al aire libre

se oyen las vibraciones de una voz anónima
que va apagándose en la lejanía

Cuanta quietud hay en el alma
una persecución de caza
hay añoranzas tan profundas
personas que de pronto nos hacen falta

Mientras tanto las nubes se parten
y el disco amarillo del sol desciende
hasta el dominio marítimo
una bola de luces explota en el cielo

Lo celeste del día es invadido
por fulgores mielados y deja lugar
a una ilusión rica en colores


el sol va llorando sobre el agua 
un largo llanto rojizo
como último homenaje
a la claridad del día

Los pájaros se reúnen para oír
el réquiem de la tarde
en lánguidas notas fugitivas

entonces una melancolía
incontenible
va quebrando mi corazón
silenciosamente
mi última noche ha llegado
Llega un poema corregido del 2008.