sábado, 25 de abril de 2009

Los poetas

ensayando un poco de fenomenología, no tan brusco un apriori y un a posteriori para suavizar






El taller de un surrealista es su cama, río rectangular; es ahí, entre almohada y sábana, donde concibe sus innovaciones y va desatando su alma poética. Tuvimos un siglo entero de poetas aletargados, escribiendo en duermevela los mejores poemas que jamás se hayan leído. Poetas viviendo en el dintelcama desde donde advertían soplar la ventolina iridiscente del sueño. Desplegando los frenos verticales y zambulléndose al tobogán astral, a paraísos líquidos o vegetaciones tensas. Rara costumbre la del poeta, de insomnios y siestas, familiar del silencio que expande la conciencia por todo el espacio y partidario de la fiesta oscura cuando el sol cae. Pero aunque se critique la moral del poeta, es para mí el más digno de los artistas. Por ejemplo: los pintores usan el artilugio de los colores, que pueden referirse a nada más que un chisporroteo, en cambio, las palabras siempre aluden a un pensamiento, por lo que están sujetas a un sentido. La música se basa en teorías y tampoco refiere a pensamientos, la manera que tiene de tocar los sentimientos es demasiado relativa y los compositores podrían ser considerados poetas menores. Dicen que los poetas son artistas frustrados, yo digo que el poeta el ser más sensible entre todos, propietario absoluto del molusco arcoíris.

Carta


¿Qué cómo me siento? Me pasé el tiempo forzándome a comprenderte. Sabes, ni siquiera es inocente mi preocupación, ya he despabilado el problema de antemano. Te quiero, esta por demás decirlo, quiero ser comprensivo pero la compresión no alcanza siempre, o bueno hay días en que se amanece menos sagaz. Pero hay una explicación muy lógica: es evidente que la manera en que te conozco prescinde de muchos puntos incómodos de una relación interpersonal. A pesar de eso existe una atracción que de alguna manera me mantiene pendiente, que te haya querido más o amado incluso no tiene importancia. Eso también tiene una explicación, y es que el tiempo tizna los cimientos de lo edificado. En nuestro ideal las cosas salen a la perfección, trabajamos en los puntos flacos para alcanzar objetivos, todo marcha sobre ruedas, doy mi mejor discurso y llego a tiempo a verte los próximos tres años. todo es perfecto, es la factura de la idea.  Pero a la hora de la ejecución aparece una pista de obstáculos, curvas del diablo y catástrofes. Y es que en la cola de la felicidad hay cientos de soñadores.
Bien ahora sé que mis preocupaciones no tienen tanta relevancia para ti y viceversa.

Hay maneras de entenderlo, yo te acepto como eres, no intento esculpirte de acuerdo a mis expectativas. Podríamos aprender de nuestras diferencias, derivar nuestro afecto en un asunto más consolidado, menos libre
Sé que necesitas tu espacio y yo estoy hostigándote con mis celos con una formalidad excesiva. ¿Dejaré de centrarme en ti? Parece difícil, es que salgo a flote con cada lanzada fortuita. Es la única forma que tengo para encontrar mi perspectiva, alejarme de ti por un tiempo, sentirme vulnerable. Cuando decidí amarte por la eternidad, había una especie de angelicalidad que hemos ido perdiendo. A veces eres hermética, tienes ese tipo de frialdad
De repente has notado que no te convengo, que soy suspicaz y tengo ese desgano de adulto, es que soy escritor. También sé que hay muchos límites que no cruzarías por mí, pero lo acepto. Aunque, a decir verdad, siento que me has hecho bastante daño y que de alguna manera yo me aparecí en tu vida a proposito. Sin embargo no considero que nuestra relación haya sido una pérdida abrumadora, en absoluto, he intentado decírtelo muchas veces cuando me lo preguntabas con esa desconfianza tuya. Al menos por mi parte creo haber crecido al conocerte y me refiero a madurar y a crecer espiritualmente, a menudo tenía la certeza que conociéndote me conocía a mi mismo. Suena egoísta, aún no encuentro las palabras correctas. A menudo me siento descubriendo un amor que otorga la conciencia de cada objeto y su ubicación en el universo, el descubrimiento de mi espíritu de poeta. Tu fuiste parte fundamental en ese descubrimiento, ahora lo sé. Es por eso que te tengo tanto aprecio. Pero este sentimiento de intercambio y bienestar debe alimentarse con cariño. Te amo y deseo verte pronto.