viernes, 2 de abril de 2010

Poema inconcluso para olvidar

Falto de mayores argumentos:
...



Qué es lo que queda después de todo; una imágen
viciada que ya no presta la mirada a sueños confortables.
Enamorarse transcurre tan deprisa, cuán fácil se propaga el fuego
amatorio después que la primera chispa se embriaga
con su voracidad, cuan amplio es el cielo, las nubes, el mar.
Entonces sobre el deseo, inconclusos los cuerpos saben
amarse con instinto desenfrenado, el fuego combustiona
los instantes, arranca chispas como si los cuerpos fueran
de metal, la continuidad se fragmenta con un compas destilado,
motores rugiendo bajo el corazón de la noche, dulce y sordo.
Las pieles que quedan son memorias marchitas, magnetismos
vagos deambulando por los rincones aquellos,
una confidencia cruda que se hace parte del programático dolor.