lunes, 23 de noviembre de 2009

Ejercicios de Ethopeya

Improvisando



No era el mejor, podía serlo tal vez o quizás nunca lo sería, tenía las condiciones en contra, poca voluntad para dejar de ser como era: un ser sombrío que existía solo en su propio mundo, un mundo que le ofrecía satisfacciones para disfrutar en solitario.
Su misantropía le hacía etéreo, como el primer hombre sobre la tierra sintiendo su esencia entre los elementos y enfrentándose a su soledad interior, misterio que envolvía su creatividad desmedida y que requería la admiraciónde cuantos lo conocían. Parecía siempre estar ausente como mirando las cosas desde otro plano más elevado que ocupaba el mismo tiempo y espacio que el conocido pero desde donde se alzaba sobre los coloquialismos con una lucidez envidiable. Esos ojos de rebeldía que respodían tan cortantes y objetivos, ese rostro de adolescente que no cambiaba a pesar del rigor de los años y los maltratos de su vida lúgubre.
El destino le había jugado una mala pasada y el estaba en guerra contra la naturaleza humana, contra la hipocresía social, la concupiscencia, la estulticia, prefería ser un personaje clandestino: "no conocía a nadie y nadie lo conocía" esa era su política.
Era atractivo y delgado, no engordaba ni se anchaba, príncipe de su soledad, hace mucho había perdido su reino, cuando su familia empobreció, ahora era un dios dispuesto a tomar cuanto era necesario para su sola satisfacción. Recorría la ciudad de parte a parte encontrando aventuras amorosas, ya no jugaba a ser el príncipe azul, para nada, sino un simple amante ocasional que no quería quedarse con nadie en especial. Su temperamento se hacía lamentable a los ojos de los demás, quienes esperaban que sea del tipo común, cosa que definitivamente el descartaba con obscenidades.

Ella había crecido entre casas de alquiler por distritos populosos de baja renta, hija única de sus padres, seres sumamente sencillos y poco refinados que se agotaban entre las muchedumbres del mercado, así era, nunca había sido de otro moda así que no le incomodaba en lo mínimo, era muy resuelta en este sentido.
Pero a pesar de ello siempre deseó ser la mejor, competía por los primeros puestos, a la vez que era jovial y molestosa, un poco brusca y colmada de la idiosincracia popular. Por decir durante sus cumpleaños llegaban sus padrinos y bebían con sus padres apropiándose de la celebración, mientras ella hacía la tarea para el día siguiente. Al crecer sus formas crecieron y se hizo atractiva al deseo de cualquier hombre, es ahí donde empezó a dejar de ser tan libre pues fueron muchos quienes se le acercaban con bellas palabras para conseguir acostarse con ella, aún no conocía a los hombres, nunca sabes cual es cual, ahora estaba decepcionada del amor, pero le agradaba el sexo fríamente dicho, también le gustaba sentirse deseada, pero no creía en el amor, cosa que echaba a perder sus relaciones fugaces...


Me cansé XD