jueves, 17 de marzo de 2011

Vid VII




Y la profunda alegría
decidió quedarse a vivir conmigo primero
y ya eramos amantes y luego
en la arena esculpí su cuerpo
y ella vendrá a poner la cinta suya
y yo le haré un aro con
la pepa de un melocotón.
Hace tiempo yo le dije que la esperaría
toda la vida y ella me enseñó a morir,
morir es poco cuando se cuenta
con la eternidad, lo ves;
ya la noche se escarapela
con las estrellas:
ven a mi cama y deja tu calor
de lirio besado en oración.
Mañana amaneceré acabado
si no sé adónde se llevó
tu talón el molino solar.
Necesito verte, entre
tantos miles de amantes,
necesito verte para ser el
más dichoso, el más amado
Lloraré tan dulce que parecerá
diluirse un caramelo de limón,
ahora mismo lo hago de hecho
y es tan bello amar
cuando los ángeles
descansan, cuando Dios
amanece y estamos
de acuerdo.