lunes, 3 de agosto de 2009

Promesas

Cuando una promesa se empaña es imposible ver
a través de ellael propósito, alinear la voluntad,
verter la fortaleza sobre los yunques de fuego
y controlar el fuego de las venas, respirando
contra el metal de los estrechos días que
desarman nuestra integridad soñadora.
Cuando una promesa se hunde, como al final
el último cigarrillo enterrado entre las otras colillas,
emerge del mismo ser una nueva piel capaz
de tocar el fondo de los sonidos más oscuros,
e impermeable a aquel asunto que tanto llovía.
Cuando una promesa se raja puede advertirse
en cuantos fragmentos ha de partirse ésta,
la raíz destructiva corre sobre su estructura
inevitablemente haciendo de su destrozo
cuestión de unos últimos momentos dolorosos.
Entonces si es que añun quedan algunos pájaros
hechos de viejas estaciones, emprenden
vuelo para derivar en otra posible condición
y los ojos beben la distancia, larga, sin pensar.

Sin título

Lo que rueda cuesta abajo en tu alma inexplorada
aquel lastre de pelos de negros gnomos 
y correajes de tortura
delgada espina de tu nacimiento en el mundo
mente militar monstruosa en los ataques
aquel sello de las especies subnormales
ahi en la lengua semiviva.
Esa altisima montaña de minerales celestes
cordel apestado del matadero
habitación real de los reyes de cera
estampida de moscas fatales en el humo 
lagrimas de vinagre del sol ardiente.

Sin título




Hay filosofía en ambos polos para aventarme
en tímpano a sus mares de sonido según lo dicten
las escalonadas páginas del destino, áspera charca
inflamando la contingencia en la infinita noche
que tras su podio fosforescente a veces presiente
la osamenta de un pez gigantesco entre jeroglíficos
incipientes desarmada y otras veces la novena puerta
aún de pie, bajo órbitas estupidamente enredadas
en su loco afan de cabalgar el tiempo hacia una
eternidad lineal fundada en función a su volumen.

Sin título




Estas bordada de voz en la rígida calma que
la bombilla eléctrica aturde al pie de la
envidiosa oscuridad,
incendias el espacio
en masas de luz tras la vista que vueltas
espigas moradas,
eres la mágia invisible que se yergue
ante los objetos que ejercen su
sagrada penitencia a una mejilla
del rubor de la melancolía,
tocando las formas con su clara voz
hacia el inmenso océano
interior, cálido bajo un sol cristalino.

Eres tú, invades mi cuerpo,
fresca como el sonido interior de los muros,
eres tú, forjando el pensamiento
así el escultor al peso de su comba
imprime el mármol.

Podrías perdonar mi ausencia, besar
mi soledad, borrar el calor dejado a través
de las noches adonde no acudieron
las palabras ni los pensamientos
necesarios para vulnerar las lenguas
del reproche.

Ahora llévame, vamos a resbalar al parto
estelar, hacia un sol ultravioleta.

Sin título

Tu mirada diseminada en frágiles fragmentos
siente sobre sí la voz áspera del invierno
e inunda la memoria hasta su refugio más recóndito,
antes de volverse oscura sangre d
e una proporción minúscula;
la llamarada estática ante el tiempo
y las sonoras partículas de conciencia
emulando órbitas y orbitales.

Noche ante pensamiento




1

Por equipaje una pena, la madrugada por canal
y el silencio que se inclina ante esta hoja vacía
no es calma de ánfora repleta
sino un torbellino golpeando las moléculas
a su merced

dónde estas…
dónde estas…

El tiempo se ha detenido en secreto
tras la ventana de una pequeña dama,
que atrapada en su tristisima canción
su voz, su llanto, su emoción,
el universo hace girar sin descanso
dentro de su globo solitario, como el reflejo 
de una copa de licor azul
lanzando destellos al contraluz


2

Vuela tristeza de alas afiladas, oceanillo azulino,
cápsula idónea
márchate lejos de mi alcoba 
y déjame esta suerte antagonista
y con su blanco vuelo
y con su bello vuelo
márchate y déjame las gotas de esta vida
en pocas palabras ya dichas
ofrenda de un corazón cautivo
ya lejos del salvaje olvido.


3

La noche importuna con su silencio implacable, parejo
ala calma nocturna, va inundando los salones,
los muebles viejos en las fundas, la mesa limpia, las
desastrosas réplicas sobre los muros
el tictagueo ancestral del reloj
y cada compostura buceando viscamente en la oscuridad
la bombilla eléctrica ruge platónica ante el cinismo
de la serenidad nunca descubierta
La luz repasa las superficies mostrando 
los volúmenes y los coloridos de la casa
tal un agua clara resbalando por la materia general
sin forzar la absoluta comprensión.


4

Un mal enfoque, solamente un mal enfoque del
universo, fugando hacia el ojo del infinito
y que se oye como un corazón de madera quebrándose
Más allá de las yardas abandonadas en la la noche
las farolas hacen guardia ambarina a lo largo
de calles vacías  y elevandose encima de las casas
el viento corre tendido ganando la distancia
El tabaco del pensamiento viste los minutos
de excesivo suspenso.