miércoles, 7 de julio de 2010

Hay hielo en tu sonrisa*

Te lo dedico, sí para tí, ojalá te guste.


Con cuánta casualidad pueden contar dos muchachos disponibles al caer por el mismo paso, es cuestión de probabilidades concretas; cielo parcialmente nublado, embotellamiento a las siete con treinta, mare magnum, entre maletines y mochilas, envueltos en ropas propicias y asuntos pendientes. Una mirada es suficiente, el avistamiento es lo que se llama apoteosis, entonces, si existe una mutua empatía fortuita entre ambos, la primera impresión puede sacarnos de nuestros zapatos, en una pequeña fracción de tiempo suficiente para trasmitir desde el otro lado de la impresión un vuelco violento en el corazón, ambos sujetos -xx & xy- prodían experimentar un cambio en la mecánica circulatoria al compas de sus orquestados latidos, pero rápida y pertinentemente vuelven a las habituales riendas de la situación, se tienden una secreta mirada inquisitoria,él siempre debe sostenerla en el caso que ella, aceptando el acontecer por su especificación, disuadida por el libidinoso piquete hormonal, sostenga sostener la mirada pendiente a su mirada. Y aquí como la experiencia amatoria previa depende mucho la capacidad interpretativa con la que se cuente, en esto las mujeres presentan cierta ventaja, pero hay distintas clases de miradas: miradas curiosas que expresan con maestría coquetería pura; miradas un poco más discretas cuya intensión pudorosa apenas revela un leve rasgo de intensión y que dependen mucho de su extensión; miradas accidentales que tropiezan por mal entendido y de ninguna manera pueden tomarse por una cordial invitación pendiente, en fin, aún substrayendonos a delimitar una programática clasificación tipológica, la verdadera intención y la verdadera interpretación se corresponden al espacio-tiempo, porque el tiempo depende del espacio para complementarse como la base ritmica y la armonía en el tiempo musical, por eso el contexto también es de gran importancia: no es lo mismo observar a una muchacha a tres butacas del bus que en una oficina laboral o una biblioteca, pero tampoco existe una ley determinista, por lo que un diez elevado a la menos seis podría causar reprecución retroactiva en el último termino serial, existen tipos dotados de la suficiente energía de atracción para hacerplaza en un lugar impensado... Hace frío y tienes las manos dentro dels bolsillos de tu casaca, nuestro cielo como nuestros pavimentos son grises y obstinados, ¡bastante desalentador!, por idealidad uno tiene la idea de un celeste cielo inmaculado sobre un campo de margaritas blancas, asi que nuestro cielo oscuro es una carcajada sarcástica contra la existencia, este invierno es más frí que el pasado, el IPCC se equivocó una vez más, el caos se advierte por donde se observe atentamente, ésto es lo que nunca registran los comerciales de las agencias turísticas cuando ofrecen desayuno continental: smoge excesivo, contaminación sónica, un viejecillo con bastón partidario del FREPAP(lo dice su camiseta) mendigancia, niños lustrabotas dandole a ls mocasines de algún tipo dandole al diario. Aquí llegamos arrastrando nuestras vidas, a la atómica matriz urbana de nuestra pequeña ciudad, con sus edificios dispares que nos llenan de cierta importancia arquetípica al competar nuestra ilusión de ciudadanos modernos... Es cuestión de probabilidades, y tal ves tu hayas tenido ocasión de estudiarlo, " en la ánfora A has siete bolas rojas y seis negras..." Pero hace bastante tiempo dejaste la aritmética delas probabilidades, como un reo contumaz que hace marcas, llevan la cuenta de sus días presos, en el mismo muro donde otros presidiarios asestaron golpes y blasfemias. Siempre hay una nube de un amor pasado, persiguiéndonos en el estribillo de una canción o simplemente en las horas vacías que solía ocuaprnos con alegrías profundas; es como se termina de idear inocentes amores probables, mientras las demás personas roncan en la oscuridad balbucenado ignominiosos somniloquios.
Entonces aparece ella, con todos los síntomas antes despabilados el día cambia totalmente la fisonomía de su teatro representativo, te mira, te esta mirando, algo en tí celebra como el último triunfo de la selección de fútbol. ¿Por quñe en estos momentos desaparecen todas las resistencias autoimpuestas que se prestan a tanto psicodrama con ocasión de encontrarse entre personas confiables? Se acerca, cruzando la extrañeza, inexplicablemene tu corazón retumba estremeico como un universo naciente, tus pantorrilas experimentan cierta debilidad delatora, Platón iría que ocurre lo mismo en el reino animal; su perfume te provoca repentinamente la leve erección del beso, ella viene a tí recogiéndos el cabello y te pregunta cn una suave voz , modulada por las hormonas por el empleao del despacho. Oh sí, el empleado, estabas esperando unas fotocopias, pero se acabó a tinta de la máquina y el empleado fue a buscar la llave a la trastienda para sacar el cartucho de la vitrina, así de poco creíble suele ser la vida; se lo explicas de tal forma que paresca que tienes la situación bajo control, agregándole una broma acerca de la curiosa longevidad de las máquinas fotocopiadoras, algo" creo que se le salió un resorte" ella sonríe, algo discreta, le preguntas dónde trabaja, pues la ves con blusa y falda, ella responde con presteza, le haces un cumplido y como snríe con buen signo te atreves a hacerle una broma; en la radio del negocio suena una balada, las emisoras matutinas tienen una variedad de programas especiales para las secretarias, finges que te gusta la canción y seguramente a ella le gusta, le cuentas una falsa hisotria romántica relacinada con la canción, ella cree que eres sensible, pero n realidad lo eres la mayoría de las veces, así que no hay problema, para cuando el empleado sepone en acción ya la tienes de tu lado y lanzas un comentario sarcástico, como " cuánto te pagan al día" y ella te sigue, así le pides su número telefónico y ella, al sentirse cómoda contig te la da. Oh olvidaste preguntarle si estaba comprometida, la mayoría de laschicas guapas tiene pareja, aunque digan que el porcentaje femenino es mayor que elmasculino, probablemente los hombres poseemos la ubicuidad, sobre todo los fines de semana; llegas a casa ligero, no mostrar demasiado interés iemrpe es buena cábala, así lo dicen los padres, los hermanos, los amigos, las amigas. La llamas, hablan de corrdo hasta la medianoche cuando ella debe dormir para llegar temprano al trabajo, y el dmingo la encuentras en el Parque de la Exposición y la besas por primera vez en elpuente del lagomientras los patos silvestres parpan. Besos, algodones azucarados, últimas funciones, así, de tanto pasar tiempo juntos, de tantas peleas que terminan en besos despaciosos, se van confundiendo el unoen el otro, u nombre va escribiendose con rojo fuego en tu memoria amorosa.

¿Cuánto puedeo soportar la confianza de una ilusión duradera?