miércoles, 9 de enero de 2008

I


El escudo de Escocia en el monte everest 

de entre las piedras emerge la sentencia
Del estado de auxilio, lápida humeda,
mientras en sus cubiletes 
los cormoranes gritan truenos
a las ollas limpidas del alba,

saldrán vestidos de matanza
a morder burbujas de trabajo


Mientras se disipan las primeras horas
la ciudad trae hombres de jengibre pegados
A su oreja
Que le hacen un chasquido en los caminos
sacando filamentos de carbono

peatones que dicen “hello"

Y desaparecen enseguida

Tragados por las avenidas,
los edificios magisteriales, el clima de los diarios
En las barriadas el caldo de gallina
es como un suero descremado
y se les consume en una penitenciaría

cuatro soles con presa,
el sol preso en los dedos del invierno limeño.
Las puertas de los negocios refulgen

abiertas ya a la labor continua,


el musical toma ritmos más esperanzadores.
A las dos alguien ya ordeña la suerte en un casino,
otro lo maldice con la rabia más destructiva.


Los anzuelos de carne extienden su oración

aventajando a la noche,

esperando en penitencia al sábado,
donde Satanás es la calle más concurrida.

lunes, 7 de enero de 2008

El primer poema del año



¡Si la vida fuera un juego sensacional de apuestas!
otra seria la suerte de mi partida
La ambigüedad no absorbería las paredes de mi cuarto,
La corriente depresiva de mi instinto no depredaria el silencio de mi interior
pero la felicidad es una chispa unicamente
una chispa en este aterrador incendio de hielo

que debilita mi hálito; y ya sin vida
aterriza en mi pobre corazón
Ya he perdido muchos momentos odiando el pasado
quisiera acabar con la esperanza de total
cuando aparece un haz de luz
hablandome de la vida tras mis cuatro paredes
Ya he perdido muchos momentos odiando el pasado,
pero la tempestad me persigue en mi huída
como si fuera la carnecilla para un desquicio

borra mis huellas con su orden impenetrable
alejandome para siempre de mi hogar
donde queda aún la primera rosa
que mis llantos quisieran velar.
Marchar sin desmayar es menester
aun detengome a pensarlo bien.

por obsequioso he de tener patas de gaviar
entre la res mayor un inepto

preguntando por el sabio argumento
en esta cuna inseparable.
¿Dónde estará la vida que ayer tentaba
en que manos arderán las ultimas rosas de enebro?
los alaridos ya no roen mi pecho
el corazon al fin y al cabo sera una maquina potente
bastará clavar los pies en el terruño
Atras quedo mi sabiduría escasa
y el discurso real para mi amante compañera.
Vivire una vida sin comparativos.
enderezare mi vida en lo entrante:
seré el atajo para cansinos, nacion de los perdidos,
así ocupare mis ultimos años
Sé que un día leere mi primera carta sin remordimientos
y diré sin rencor que he sido afortunado.