Mi máscara se estrechó en cometa y su geometría de asombro
despidió otra forma menos propia,
amplia como la bandada invisible de fotografías veladas,
y un espléndido animal con dos ojales desabotonados
en la nuca fuerte.
Mis libertades despiden ideas con los ojos bien abiertos
al centro supuesto, al punto infructuoso, aquel crimen de
milagros ideados al apagar la luz.
Las verdades tiene sustancias diversas cuando son
dichas y repasadas en su acto,
la herradura de un destino al que le salieron
ojos a la forma acompasada de pasos democráticos.
Qué hubo antes dentro del arco del deseo en racimos,
este extendido y submarino muchacho que
alza la nariz bajo el gigantesco cielo y se
despereza los dedos, murmurando, como una perdiz.
El significado puede esconderse en la
misma boca mientras brinca la palabra,
la solución permanece a espaldas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario