Los cantos gregorianos llenaron la catedral de alabanzas
según el coro sacerdotal espiritualizaba el lugar entero
Sobre las hojas verdes del jardin de la parroquia
goteaban las voces amarillas del rocío diminuto
la fruta roja recogía generosa en el árbol natalicio
la pulpa dulce era sabrosa como el amor nuestro
la semilla que guardaba glorificará la paciencia.
el hilo diamantino de una araña cazadora temblaba
asemejaba hojaldre azucarado para bocas honorables
Un ramo de nardos olió como un frasco roto de perfume
domingo, 10 de abril de 2016
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