domingo, 25 de julio de 2010
De mi alma hacia la tuya
De mi alma hacia la tuya qué distancia existe que un amor sincero desconozca,
de tus labios al deseo cuánta verdad espera por ser abrigada íntimamente,
la noche empieza a caer, oigo un estruendo y un silencio, atento, por si oir
logra ensordecerme esta conciencia rendida por tí, basta de preámbulos, ya no resisto más.
Muéstrame el camino que recorre el cielo rumbo a tu llamarada de mujer,
cuando cantan las nubes, hay una suerte aventada a nuestro destino, veamos si ha
de cumplirse tu profecía. Dices que los hombres envuelven sus miradas en tu cuerpo
con la naturalidad que apareces para concederme unas palabras, yo solamente deseo
ser el adelanto de un final escrito por el universo. A menudo siento la impresión que podemos
estar viendo la misma estrella, estando inmensamente separados, existe esa posibilidad
ahora mismo. La vida es una inmensa ironía para nosotros quienes
buscamos las dignidad por encima de las circunstancias que acontezcan, ella se carcajea,
aunque lo haga solamente porque nosotros le abremos visto la cara.
Estamos en guerra durante nuestras vidas, hay quienes se burlan en un ligero afan
por mostrarse indolentes a las calamidades. Yo ya me aburrí de levantar muros contra las habladurías
de las personas, estoy cansado de luchar, solamente deseo verte hasta
calcinarme las pupilas con tu mirada angelical. Vamos, dejémonos llevar,
durmamos juntos esta noche en el arrullo de esta estación de flores despiertas.
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