Ella quería un elefante rosa, para usarlo como cometa y recorrer las colinas amarillas de Abril, ella veía al sol dar vueltas como una espiral infantil e hipnótica,
Helado de frambuesa y bicicleta, bajo un cielo tan amplio con una carpa de circo en la azulidad. Ella vivió en mí, como un ser minúsculo alojado en mi pecho, abría su pequeña puerta y entraba la luz de la mañana y el viento a toda velocidad tan fresco, bañando mi corazón. Ella mordía una naranja o soplaba una burbuja en verano, las demás chicas iban a la playa en bikini buscando diversión, pero ella leía un libro con olor a bosque, a lugares donde yo nunca la puede acompañar, cargaba su mochila con su equipaje y unos versos escritos en papel. Extraño sus palabras en ingles, su compañía con un mecanismo infantil o huesecillos saltarines de colores, sus consejos eran como un prisma, donde yo ponía mi alma y veía su composición en colores, el pasto, las canciones que cantaba con su guitarra, un trébol de cuatro hojas, sus fotografías. Ella era como un molino donde alguien se enamoró, un tren que recorre los paisajes más bellos mientras el campo se mezcla con el cielo. Esta prohibido amar a alguien cuando ya no esta, las mujeres son mis poemas favoritos.
martes, 29 de julio de 2014
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