martes, 29 de julio de 2014

Videncia marmórea tras una lágrima tenue



Parece que el dolor a veces la maquillara 
con tintes intimos
como una especie de payaso futurista; 
las cortinas susurran,
marinadas de canciones,
los objetos mudos mascullan para su adentro, 
avanzan los manteles
Y salen a pasear los vestidos
de la cómoda 
mientras la habitación suda algoritmo
despintándose toda. 
Ella pasea su mirada, 
semejante a una luz sobrenatural
en su habitación de rosados suspiros,

vuelos creativos de los 23 años
es tan dulce como una gota de rose, 
su drama se enarca 
en papeles abatidos

por su mano prodigiosa 
es azul y verso, 
violines malheridos que sangran 
en una agonía sonora.

Los gerundios dolorosos
de sus líneas
poematizan
su estado comatoso 
Su tristeza lo refleja todo, 
la cubre como un pequeño 
astro a su medida 
livido y poniente

ella es un regalo de Dios 
trova al espanto 
con los labios tan fríos 
y abiertos para siempre a la inspiración. 
sin sospechar el monton de luz
 
que guarda dentro de su pecho
Ella se ha sentido muchas veces 
la persona más engañada 
sus sueños se han ido
que ha recorrido 
muchos años, 
es un verbo que se encadena
a una musica dulcísima
como un florecimiento glorioso. 
Su alma esta ronca 
y su saliva y sudor quietos. 
nunca sangrará de nuevo, 
como la porcelana 
o el silencio 
y demás cosas sin sangre, 
porque en su ahogada sombra 
el despojo de sus años 
esta huerfano 
y su ignorancia lo aciega, 
cuando mira 
sus heridas 
como a través de el agujero de 
una cerradura 
y ve a una mujer con alas. 
Y yo sé donde esta la llave. 

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