martes, 10 de febrero de 2009

El amanecer

* a mi pareja astral, para mantenerla en contacto con la eternidad


Me pregunto si en algún hábitat atemporal
encontremos las chispas psíquicas
gestadas a lo largo de la vida
Incipiencias telepáticas dirigidas
a nosotros por el corazón de turno
que confía y que sueña, sueña
el infinito en intensiones y luego muere,
con los ojos petrificados
De repente aquellos mensajes inconcientes
ya están en nuestra alma conformando un deleite
anterior a la comprensión
Me pregunto también si en aquel lugar
(o nueva forma) recuperaremos
nuestras palabras y su énfasis
Tengo la esperanza que sea allá
adonde se dirigen los momentos
cuando nos abandonan
Imagino aquel lugar como la
antítesis del tormento, voces blancas
una corriente nítida,
como una primera mañana eterna.
Ahí te esperaré.

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